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Cartas al director de HERALDO: El problema de los móviles en las aulas

Imagen de un niño pequeño con un móvil
Imagen de un niño pequeño con un móvil
Pixabay

El problema de los móviles en las aulas

Me preocupa el tema los móviles en los centros escolares y la dependencia que crean a los niños. En mi época docente, en el aula gestionaba con los alumnos este tema. Resultaba duro dar clase así, por el ambiente adverso que se creaba. 

El problema se ha agravado y está generando trastornos de conducta y los adolescentes tienen serias dificultades para controlar sus emociones y su comportamiento. ¿Y saben que un 80% de los niños de entre 10 y 15 años tiene móvil? Y que están abducidos y controlados, como si del ojo del Gran Hermano se tratase, por las aplicaciones de Whatsapp, Instagram, Facebook, Twitter, Tik Tok, Telegram, etc., y que en la época lectiva mientras lo usan están perdiendo competencias básicas como la lectura y la escritura. O, como se ha divulgado, que llegan a la ESO sin saber las tablas de multiplicar. Los niveles han bajado, la exigencia es menor, el aprobado resulta fácil y no digamos, pasar de curso. Se habla de enfermedades y efectos secundarios por el uso del móvil. Es cierto que están sin demostrar, pero hay que dar tiempo aunque la nomofobia y ansiedad sí que están diagnosticadas y son fácilmente reconocibles a través del comportamiento. Tenemos un problema y conviene atajarlo. Y no hablo de las otras edades, ya que niños pequeños, jóvenes, adultos estamos inmersos y fagocitados en la misma dinámica. Padres hay que antes de decir ‘no’ a sus hijos tienen que empezar con su ‘no’ personal, que buena falta les hace. Bueno es que en España en distintas comunidades autónomas están siendo conscientes y países como Francia, Italia, Portugal y Países Bajos también lo están haciendo. La cibernética está constituyendo una bomba de relojería que al hombre, cualquier día, le puede estallar en las manos. Y ¡ojo!, que llega con fuerza la inteligencia artificial.

Mariano Aguas Jáuregui. ZARAGOZA

Los trenes de Aragón

Quisiera que el señor ministro de Transportes me dijera si la señora Ayuso tiene también la culpa de que los trenes de Aragón vayan mal, o los ha saboteado también. Porque aquí hemos tenido años de gobierno socialista y no funcionan nada bien. Tampoco los populares han hecho mucho por mejorar las líneas de Aragón, pero no creo que la Sra. Ayuso venga a Aragón a romper una catenaria o dejar un vagón en medio de la vía, y otras excusas que nos ponían Renfe o Adif. Me pregunto qué hemos hecho para tener políticos tan incompetentes, de qué sirve que las empresas hagan movilidad si los políticos no invierten en transporte público, que es el que usamos muchos para ir a trabajar, como la mayoría de los que vamos en el tren de Monzón. Llevan manifestándose más de cien días en la estación de Monzón y otras de la misma línea para que mejoren y no quiten la línea. Claro, Aragón no somos votos y el presidente Sánchez, jefe del ministro, viene a los mítines a Zaragoza y entra por la puerta trasera. No se pueden permitir las declaraciones que hacen algunos políticos como el ministro de Transportes, en vez de hacer algo para que vayan bien los transportes públicos, por lo menos en Aragón y en toda la España vaciada, que llaman ellos.

Miguel M. Forniés Abadía. ZARAGOZA

Pactar con los cómplices

Hay fechas que no se olvidan. El entierro de mi padre es una de ellas. Pero si además es el 11 de diciembre de 1987, aún menos. Amanecimos esa triste mañana con un atentado en Zaragoza, con once muertos, entre ellos cuatro niños. Tampoco se me olvida aquella tarde de fútbol en La Romareda, fecha bastante más reciente, cuando la noticia de un atentado corrió entre la grada. Hubo dos ausencias en el campo aquella tarde, que no pudieron llegar al estadio. Un padre con su hijo, que vio como le daban dos tiros en la cabeza a su padre, don Manuel Giménez Abad. Sin ideología política alguna por mi parte, pero con un carácter totalmente liberal impregnado precisamente por mi padre, no acabo de comprender hechos semejantes y me remueve la conciencia cuando veo cómo se pacta con los cómplices actuales de aquellos actos terroristas, en aras de un supuesto progreso y levantando muros contra otros. El muro que hay que levantar es contra la violencia. Es necesario pasar página, pero no se puede ni se debe olvidar lo ya leído.

Javier Dieste Torres. ZARAGOZA

La amnistía

Que los delincuentes afectados por una medida de gracia hayan podido diseñar el texto legal que ha de beneficiarles de forma directa es una aberración jurídica. Que unos gobernantes, para perpetuarse en el poder, hayan comprado con la amnistía los siete votos que necesitaban volviéndola constitucional de la noche a la mañana, cuando habían comparecido a las elecciones afirmando con rotundidad que no lo era, constituye la máxima expresión de la corrupción política. Que unos ‘servidores públicos’ que han cometido todo tipo de tropelías, incluida la malversación del dinero de nuestros impuestos, puedan quedar impunes no hace más que reforzar los privilegios de la hasta hace poco tenida por malvada ‘casta’. Por otra parte, que esos beneficios amparen tan solo a los políticos de una determinada comunidad autónoma supone una insufrible desigualdad. En cuanto a que lo dicho se hace todo por la patria, ya les aviso que no es difícil que la Guardia Civil les acaben denunciando por plagio. Pido disculpas al lector por la poca originalidad de mis argumentos pero es que tengo el convencimiento de que en algunos temas resulta conveniente no pasarse de listo.

Fernando Burillo. ZARAGOZA

Adiós, amigo

Nos conocimos en la juventud con nuestros estudios en el Instituto. Luego la vida nos desvió por caminos diferentes. En la madurez, nos reencontramos y pasamos muchos ratos de conversación y bromas tomándonos un café o una cerveza. Hablábamos de los políticos y sus políticas, de internet y de cómo cambian los tiempos, de aquellos años de adolescencia y juventud solamente nuestros, entre algún que otro silencio que nos daba para tomar un sorbo e ir vaciando nuestras bebidas en la barra de la cafetería donde nos reuníamos con Eduardo. Tenía la confianza de que aún podríamos echar alguna charrada, pero tu salud no nos lo ha permitido. Espero que allá arriba puedas escribir alguna columna de opinión, ya no para los periódicos donde solías mandar tu visión de la realidad de manera directa y entendible para todos y que me hizo a mí también comenzar a escribir algún párrafo, sino para sentir que sigues en nuestro recuerdo y que te echaremos en falta. Pero siempre con el sentimiento de agradecimiento de haberte conocido y compartido algunos buenos ratos de tu vida. Descansa en paz, António López Lacasta. Amigo.

Juan José Mairal Herreros. SABIÑÁNIGO (HUESCA)

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