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Cartas al director de HERALDO: Dinero para el Banco de Alimentos

Imagen de archivo de luna campaña anterior del Banco de Alimentos
Imagen de archivo de luna campaña anterior del Banco de Alimentos
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Dinero para el Banco de Alimentos

Acabo de aterrizar en esta fundación como voluntario de la recogida. Lo he hecho con la mayor ilusión, pensando en los demás, especialmente los más vulnerables. La actividad ha resultado muy satisfactoria al ejercer una labor altruista, aunque al final te das cuenta de que tú has recibido más por lo reconfortante que es. También es cierto, y es el motivo de este escrito, que ha surgido controversia con el método que se ha utilizado y los donantes andaban un poco despistados, ya que tienen la idea de que esta donación está basada en productos y no en dinero. 

El Banco, hasta ahora, se veía desbordado por la cantidad de productos almacenados y en muchos casos perecederos, y han elegido este sistema mixto. Se recogen en algunos establecimientos productos y en otros, dinero, que lo depositaban al pasar por caja en el establecimiento. ¿A dónde va este dinero? En realidad se crea un fondo en cada establecimiento y con los productos, a mejor precio, la Fundación entrega tarjetas con dinero a personas necesitadas, previa verificación, e irán retirando los alimentos y bebidas que necesiten, a excepción del alcohol, y así se evita el almacenaje, favoreciendo de paso el proceso de distribución. En cualquier caso y a pesar de existir alguna persona reticente, las menos, durante los días que he estado los donantes han sido modélicos y las muestras de apoyo al Banco y a los voluntarios han sido infinitas y sinceras, llenas de calor, de ese calor humano que te llega y gusta tanto. Pienso, además, que el objetivo es intrínsecamente bueno, que hay muchas personas necesitadas y que, de verdad, es una invitación a la colaboración y a aportar nuestro grano de arena convencidos de ese proverbio popular que dice: "Haz el bien sin mirar a quién".

Mariano Aguas Jáuregui. ZARAGOZA

No abran las ventanas

El presidente del Gobierno de España visitó la Fundación Pablo VI, un complejo de dos residencias y un colegio mayor en la ciudad universitaria de Madrid. El director general de la Fundación envió una carta a todo el personal, residentes y colegiales, instando a "no realizar ningún acto que nos pueda comprometer ni de manera institucional, ni personal", llegando al extremo de manifestar que la Policía "ha solicitado que no abramos las ventanas". Yo viví en ese complejo en unos años que entonces parecían convulsos. El 23 de febrero de 1981 estaba en una de esas ventanas, y también cuando Felipe González ganó sus primeras elecciones. En el mismo salón hubo muchos actos multitudinarios, con políticos de todo tipo, y yo siempre abrí mi ventana y salí a mi balcón libremente. D. Ángel Berna, insigne canónigo del Pilar, fue director general de la institución durante esos años, y nunca se vio obligado a escribirme una carta como esa. ¿Quién está seguro de que estamos avanzando en libertad?

José Manuel Almarza Ramírez. ZARAGOZA

Federico y la palabra

Me hablan la Luna y el agua, la noche y la tierra madre. Escuchando a Poncia en el teatro siento de nuevo emociones que me llevan a lugares especiales. Federico García Lorca siempre ha sido uno de mis poetas preferidos entre los olímpicos, es cierto, pero además le reconozco una facultad que los demás esconden: ese sentir andaluz que palpita en su verbo de una manera arrebatadora. Como ningún otro dibuja con palabras el miedo y el arrojo o el deseo y la resignación de los hombres. Nadie como él sabe leer los recovecos del alma femenina, las alegrías, pero sobre todo los anhelos y las tristezas que esta calla sumisamente en el hogar. ¡Qué no hace decir a las mujeres protagonistas de sus tragedias!, la Yerma que llora la amarga soledad de su vientre o la Adela que aguarda la noche, yegua desbocada pateando las paredes de la cuadra, para reunirse con su amante. En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle dice la dura Bernarda tras la muerte de su marido, palabras llenas de dolorosa autoridad hacia sus cinco hijas. Entonces todo se vuelve del color del luto y de la pena, las mujeres gimen y el tiempo consume el rubor de sus mejillas entre negros hilos y ventanas cerradas. ¡Cuánta belleza reunida! Federico me sabe a luna llena reflejada en los verdes ojos de una gitana, a agua que se deshace entre mis dedos buscando su deriva, a noche que todo lo cubre, hasta el pecado de amor más grande, y a tierra, a tierra seca mojada por la lluvia. A eso me sabe Federico, madre.

Isabel Pascual Cebrián. ZARAGOZA

Permítanme llorar

Pasamos tan corriendo por esta vida que ni a llorar paramos. Es como si no pudiéramos permitirnos perder el tiempo en soltar todo lo que llevamos dentro. Pues bien, esto no es sano. Cuando nos ocurre una tragedia que nos remueve por dentro, tarde o temprano tiene que salir y sinceramente pienso que es mejor parar y llorar, si es lo que necesitamos, a llevar arrastrando una mochila de dolor. A veces necesitamos ser los fuertes para que otros se apoyen en nosotros, pero tenemos que ser conscientes de que en algún momento nosotros también necesitaremos que nos abracen.

Yolanda Glaría Toledano. ZARAGOZA

Andar como rutina

Planificarse en estas fechas finales de año, estableciendo de cara al inminente 2024, nuevas rutinas, como puede ser la del andar, aunque sea una hora diaria y a ritmo medio, aparte de ser una práctica bastante común es una buena medida. Porque, pese a que a algunos pueda causarles pereza y cansancio mental solo el hecho de imaginarlo, lo cierto es que esa moderada actividad física resulta más que suficiente para mejorar el funcionamiento de nuestro organismo, así como para comenzar a producirnos importantes cambios físicos y psicológicos. Además, por más subestimada y devaluada que sea –andar es cosa de cobardes, aducen esbozando una irónica sonrisa–, al no ser un ejercicio sumamente explosivo o agotador, se trata precisamente del primer paso para dejar de ser sedentario, como sucede a una gran parte de la población de hoy día, lamentablemente. Así, los expertos en el tema aconsejan su práctica a cualquier tipo de edad, eso sí, mantenimiento la cabeza alta, mirando adelante en lugar de abajo, llevando relajados cuello, espalda y hombros, balanceando los brazos libremente con una ligera flexión de los codos, apretando ligeramente los músculos del estomago y marchando de modo fluido a la vez que apoyando bien los talones, entre otras recomendaciones. Animo pues a empezar todos la nueva rutina andarina sin más dilación para que nuestra vida sea un pelín mejor.

Miguel Sánchez Trasobares. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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