En septiembre comenzaron a trabajar en la construcción del futuro túnel que eliminará el problema que supone la rotonda donde se cruzan la carretera de Castellón, la A-68, y el cuarto cinturón urbano, la Z-40. Esa glorieta tiene un intenso tráfico, casi 28.500 vehículos de media diaria, lo que ha producido retenciones, a veces kilométricas, y siniestros. 

Tiene puestos los carteles de aviso de ‘Tramo de concentración de accidentes’. El Informe Eurocap afirmaba que Aragón es la región española con más tramos peligrosos. Ese enlace de la A-68 es uno de los puntos peligrosos que hay en nuestra Comunidad.

En realidad, como señalan muchos de los que sufren desde hace años ese cruce, esta obra se debería haber realizado cuando se hizo la obra de la Z-40, porque era fácil adivinar el problema que se iba a plantear y porque, en ese momento, habría sido mucho más sencillo encontrar alternativas provisionales a la complicación de la circulación generada por las obras. Pero no se hizo y los sufridos usuarios que se dirigen a los polígonos industriales de la carretera de Castellón y los que circulan en dirección hacia el Bajo Aragón y hacia el Mediterráneo esperan que se cumpla el plazo de un año que se ha señalado. Los más realistas piensan que va a ser más tiempo el que transcurra. Los diversos proyectos de la autovía A-68 han tenido una ejecución de una lentitud asombrosa.

En obras está el tramo que unirá El Burgo y Fuentes. Se esperaba que en 2023 se pudiera circular, pero hace pocos meses el Ministerio retrasó bastante su terminación. Ese tramo dará continuidad, 19 años después, a los once kilómetros que transcurren desde el cuarto cinturón de Zaragoza hasta El Burgo. Adjudicada está la redacción del proyecto para el siguiente tramo, de Fuentes de Ebro a Quinto, que tiene una longitud de 15 km. El tramo de la A-68 entre el Regallo y Alcañiz no se ha sacado todavía a concurso. A este ritmo de ejecución, es difícil que la vean terminada una buena parte de los actuales usuarios de esta infraestructura.

En el otro sentido de la A-68, de Zaragoza hacia Navarra, se esperaba que se terminasen a finales de 2022 los 14 km pendientes hasta Mallén, lo que no se cumplió. Recientemente se produjo otro fallecimiento en Mallén, que hay que sumar a las decenas de muertos que ha habido en esos tramos de la 232 en las últimas décadas. 

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