Una amnistía que borra el ‘procés’
El PSOE ha presentado la proposición de ley de amnistía que prevé que, una vez aprobada, los delitos del ‘procés’ se archiven en dos meses. Pedro Sánchez da así el salto más controvertido de su trayectoria política para asegurarse la investidura, el próximo jueves. La ley, que permitirá a Puigdemont volver a España sin ningún proceso pendiente, será tramitada por la vía de urgencia en el Congreso.
No obstante, el Parlamento y el Tribunal Constitucional tienen que pronunciarse con todo el rigor porque caben muchas dudas sobre la constitucionalidad de esta norma. La amnistía representa una derogación singular del Código Penal en beneficio de unos delincuentes solo por el hecho de que el líder socialista depende de ellos para continuar en la Moncloa.
Bajo el título ‘Proposición de Ley Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña’, el texto supone el borrado de los actos de desobediencia y desórdenes públicos relacionados con el independentismo, así como los que derivan en delitos de malversación y prevaricación por parte de funcionarios de la Generalitat. Ni siquiera menciona las ilegales leyes de desconexión aprobadas en el Parlament, la repetida desobediencia a las resoluciones del Tribunal Constitucional y los graves incidentes producidos en Cataluña tanto en 2017 como en 2019, cuando se conoció la sentencia del Tribunal Supremo.
Con la aquiescencia del PSOE y de Sumar, Junts consigue así imponer al Estado su relato y logra también reavivar el ambiente de crispación propio de los peores años del ‘procés’. Y el chantaje de independentistas y nacionalistas a la Moncloa no se detendrá aquí. Incluso el socialista español con más alto cargo en Europa, Josep Borrell, ha afirmado que el acuerdo de Sánchez con los independentistas le provoca "bastantes preocupaciones".
