Desigualdad entre comunidades
La llegada de Jorge Azcón (PP) a la DGA y la previsible reválida de Pedro Sánchez (PSOE) al frente del Gobierno central inauguran una nueva etapa en las relaciones entre ambas administraciones que estará marcada por los inconstitucionales e injustos pactos del líder socialista con los independentistas. En el peor escenario posible para el entendimiento, deben negociarse las inversiones en Aragón, la financiación autonómica y la condonación de la deuda, como la Moncloa ha prometido a la Generalitat. El acuerdo del PSOE con sus oportunistas socios no solo es políticamente disparatado y constitucionalmente rupturista, sino que además va a generar múltiples conflictos porque beneficia a unas autonomías en perjuicio de otras. El cupo fiscal que ahora se amplía a Cataluña lo vamos a pagar entre todos los españoles.
Más allá de la amnistía que Sánchez ha formalizado con Puigdemont para comprar sus siete votos en la investidura y de que haya asumido el ‘relato’ mentiroso del independentismo socavando la imprescindible separación de poderes, los pactos con los independentistas y nacionalistas de Cataluña y el País Vasco quiebran la igualdad entre ciudadanos y territorios. Los acuerdos con BNG y Coalición Canaria confirman que estamos ante una etapa de agravios. Incomprensiblemente, el PSOE asume que haya españoles de primera categoría y de segunda.
Aragón sigue reclamando al Gobierno viejas reivindicaciones, como mejorar la red de autovías y de ferrocarril, la reapertura del Canfranc, la construcción del corredor cantábrico-mediterráneo y otras infraestructuras, la ejecución de las obras del Pacto del Agua o la ampliación de las ayudas a Teruel. Sin embargo, Sánchez está demostrando que dará todo a los que le mantienen en la Moncloa y nada a los que considera que no necesita.
