Han llegado más de 33.000 migrantes a las islas del Hierro y Tenerife en estos meses colapsando sus recursos. Aparte de este pico de Canarias, España tiene albergados unos 45.000 migrantes extranjeros venidos sólo en este año, de diversas procedencias. Y siguen llegando cada día cayucos a Canarias con más, a los que humanitariamente hay que atender. 

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones decidió derivar dichos migrantes a las Comunidades Autónomas. Las CCAA deben ser solidarias con Canarias, pero el reparto de los migrantes debe hacerse con transparencia, sin opacidad y no sólo buscando transportarlos desde las islas a las Comunidades, sin informar ni coordinar con ellas los criterios del reparto. Cada municipio que recibe migrantes se ve en el compromiso de dar alojamiento, manutención, sanidad, integración en el mundo del trabajo, y según la edad, educación. Pero los territorios deberían conocer la identidad real de los migrantes y sus antecedentes. 

En vez de buscar su reparto en caliente, el Ministerio debería haber convocado a la Conferencia Sectorial de Migración, acordar con todas las CCAA el cupo de migrantes a recibir y por cuánto tiempo, y acompañar con financiación necesaria el coste de recibirlos. Sí se indica que los migrantes están albergados, no confinados (alojados en hoteles, albergues, balnearios y otros inmuebles de las administraciones), y que tienen libertad de movimiento y de planes propios. Esta es la realidad que hay, e irá a más, y ésta sí sale en los medios, pero la que sigue oculta es que España es el país con más índice de pobreza y exclusión social de Europa, con casi 13 millones de personas en esa situación, lo que es el 22% de nuestra población, y con casi 5 millones en pobreza severa, que es un 9% de españoles, y muchos viviendo en la calle. De ellos, casi 200.000 están en Aragón (datos de 2022) o sea, un 15% de aragoneses. Y también deben ser atendidos humanitariamente. La realidad de la pobreza en España no se nombra en campañas electorales ni en debates sobre el país. Estos dos grandes problemas, la pobreza en nuestro país y las continuas crisis de inmigración, ¿no deberían ser motivo para llegar a un pacto nacional entre todas las Administraciones?

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Magdalena Lasala)