Israel ha pedido a Pedro Sánchez que condene «inequívocamente» las «vergonzosas declaraciones» de algunos miembros del Gobierno que han optado por «alinearse con el terrorismo» de Hamás. A través de un comunicado, sostiene que estos pronunciamientos «no son sólo absolutamente inmorales, sino que también ponen en peligro la seguridad de las comunidades judías de España». No especifican a qué miembros del Ejecutivo hacen referencia, pero en los últimos días las ministras de Podemos en el Gobierno, tanto Ione Belarra como Irene Montero, se han mostrado muy beligerantes contra Israel. Al margen de que la diplomacia israelí tiene derecho a manifestar su opinión, como lo tiene la palestina, el Gobierno español debe tener una posición clara y unívoca en defensa del Derecho Internacional y de todas las víctimas. Sus inaceptables contradicciones internas no ayudan en nada a solucionar el conflicto y, además, debilitan la imagen exterior del país.

Una vez más, el Gobierno de coalición PSOE-Podemos, aunque ahora esté en funciones, muestra una inconcebible disparidad de criterios en lo referente asuntos relevantes de la política exterior. Este desencuentro tiene sus consecuencias. Por ejemplo, España, aunque ostenta este semestre la presidencia de la UE, ha quedado excluida de suscribir el comunicado conjunto que ha impulsado el presidente de EE. UU., Joe Biden, como contundente respuesta al ataque terrorista sufrido por Israel. El comunicado está firmado por Biden, el francés Macron, el alemán Scholz, la italiana Meloni y el británico Sunak. El Ejecutivo debe hablar con una sola voz defendiendo el derecho del Estado de Israel a combatir a Hamás, considerada organización terrorista por la UE, y exigiendo que lo haga cumpliendo escrupulosamente a los principios del derecho internacional humanitario.