Detectores de talento

El arquitecto zaragozano Miguel Fontgivell, su equipo y amigos celebraron en Zaragoza la inauguración de La Esfera de Las Vegas a cargo de U2
El arquitecto zaragozano Miguel Fontgivell, su equipo y amigos celebraron en Zaragoza la inauguración de La Esfera de Las Vegas a cargo de U2
@DaniMarcosFoto 675173958

Las celebraciones en torno al Pilar son ocasiones de ver lo mejor de nuestra sociedad. Así, hemos disfrutado de las jotas sostenibles en el acto de celebración del 30 aniversario de Ecodes -"de nuestras manos depende, dejar que viva el planeta, de nuestras manos depende…"-, en el que agradecían sus aportaciones a todos los que han hecho posible que Zaragoza sea el vértice de una organización tan fértil como la Fundación Ecología y Desarrollo. 

Tres décadas en las que una ensoñación de entusiastas, como Jerónimo Blasco o Víctor Viñuales, hoy da trabajo a más de 40 personas en iniciativas de concienciación frente al cambio climático. Las finanzas sostenibles, la mediación social, la ayuda ante la pobreza energética o la reducción de emisiones son acciones incorporadas a nuestro día a día, en las que se trabaja con ahínco desde la Plaza San Bruno, bien conectados con el mundo. Tanto que ponerles letra (de Roberto Serrano) y voz (de Beatriz Bernal) de jota, con aplausos clamorosos, confirmaban que el empeño ha llegado a muchos buenos puertos. No ha sido cosa de un día: al talento ha habido que ponerle perseverancia, la misma que se precisa para lograr la neutralidad climática, en la que Zaragoza puede ir en vanguardia.

Talento aragonés hay también en ese grupo de arquitectos, ingenieros e informáticos que, liderados por Miguel Fontgivell, ha diseñado las pantallas de la esfera de Las Vegas, que acaba de estrenar el mítico grupo irlandés U2. Durante cinco años, esos jóvenes técnicos han hecho los cálculos para diseñar y ensamblar las decenas de miles de piezas con las que se han teselado superficies curvas de dimensiones inéditas y cuyas proyecciones han asombrado incluso a sus propios autores. Por el resultado… y por el impacto planetario, con millones de descargas en todo el mundo. Es fuente de orgullo colectivo que se haya creado desde un estudio del Coso de Zaragoza, para el que no existen fronteras ni físicas ni mentales.

El 30 aniversario de Ecodes, el sello zaragozano de la esfera de Las Vegas o las reflexiones de José Luis Melero y Mateo Valero, antídotos
frente a las tribulaciones de este tiempo

Talento maduro y talento joven y, también, talento senior. Como el que nos regaló Mateo Valero, uno de los científicos españoles de mayor proyección internacional, tras recibir uno de los primeros premios de la Fundación Sesé. Nacido en Alfamén, el director del supercomputador de Barcelona enseña cada vez que habla, aún sin pretenderlo. En esta ocasión, incidió en que una vida de logros es una vida de esfuerzo y la importancia de tener la suerte de que alguien aprecie tus potencialidades. Que cuidemos a esos detectores de talento. En su caso fue el barbero de Alfamén, quien, cada día, al salir de la escuela, le retaba a resolver problemas, activando una pasión por las matemáticas que le ha acompañado siempre. El propio hijo del barbero ha sido obispo de Ávila y el gran Mateo, superados los 70 años, no piensa en el nuevo Marenostrum 5, que se va a inaugurar en noviembre como el referente en lo suyo en Europa, sino en el siguiente, el 6, y en las respuestas que ofrecerá a la ciencia.

Talento, tesón, esfuerzo… y valores, como los que defendió el buen amigo de todos José Luis Melero, en su discurso de agradecimiento al Premio Heraldo a los Valores humanos y el Conocimiento. "El sentido común -dijo- está aquí muy arraigado y para mantenerlo no precisamos dejar de ser lo que somos ni de sentirnos lo que nos sentimos: aragoneses que, sin renegar de su condición, quieren vivir en paz y armonía con todos". Compartía también su satisfacción por tener amigos en todos los ámbitos y "huir del sectarismo como de la peste". En definitiva, de "ser un aragonés cabal, comprometido con su tierra, a la que quiero con fruición y me gustaría entregar a mis nietos mejor de lo que la recibí de mis abuelos". No es poca cosa.

Por eso, cuando la actualidad arrastra a la zozobra, conviene mirarnos en esos espejos sobresalientes que reflejan que la respuesta está en cada uno. Con esfuerzo, con tesón, con talento. O como dijo Encarna Samitier en la entrega de los primeros premios 20 Minutos, evocando la receta del admirado Chaves Nogales ante la sucesión de barbaries que contemplaba: cumpliendo cada día, cada uno, la misión que tiene encomendada.

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