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Cartas al director de HERALDO: Duce, Alfaro y el origen de Moncayo Films

Rodaje del filme de José Antonio Duce 'Culpable para un delito', en Zaragoza
Rodaje del filme de José Antonio Duce 'Culpable para un delito', en Zaragoza
Fotos Antiguas de Zaragoza

Duce, Alfaro y el origen de Moncayo Films

Una de las ventajas de llegar a una edad avanzada conservando una lucidez aceptable es poder traer a primer plano hechos pretéritos que parecen dormidos en un tiempo muy lejano. Como ha dicho recientemente Muñoz Molina en una entrevista, hacerse muy mayor es como llegar a habitar el piso más alto de un gran edificio y ver desde arriba un panorama global y periférico que les está vedado a los de pisos más bajos. 

Digo esto al leer el merecido homenaje a José Antonio Duce y la alusión a la productora Moncayo Films. Efectivamente, esta productora nació en 1962, el año en que yo me casé. Mi marido era gran amigo de Emilio Alfaro Gracia, al haber coincidido en el mismo curso de Medicina. Frecuentábamos mucho su casa de Zurita, la tienda de flores de los Gracia Gazulla en San Miguel, la finca de Maleján. Cuando se casó, mi marido fue el pediatra de sus hijos y visitándolos conoció a José Antonio, que a veces iba por allí a charlar y a dejar singulares fotografías de la prole. Por la misma época, trató a Pomarón y fue también pediatra de sus hijos y más tarde de sus nietos. La contagiosa afectividad y la efervescente ilusión de Emilio nos hicieron pronto conocedores de los planes de la naciente productora. Yo también, de un modo indirecto, puse mi granito de arena. Siendo soriana y teniendo familia en el gobierno civil de esa ciudad, les gestioné una entrevista que despejase el camino para hacer uno de los documentales proyectados: ‘El Duero nace en Soria’. El nombre de la productora, alusivo a un monte emblemático y bifronte, parecía pedir algo así. Doy fe sesenta años después de cuanto contaba HERALDO y le deseo a José Antonio Duce que continúe con una tarea tan admirable, enseñándonos a ver mediante su cámara esa Zaragoza antigua o actual que tenemos ante los ojos y no sabemos leer.

Ana María García Terrel. ZARAGOZA

No es lo que hemos votado

Cuando una mayoría de los ciudadanos de un país se define y vota casi la mitad a un lado y la mitad al otro, no hay que pensar en los intereses personales tan claramente y menos aún menospreciar a los votantes, que no acabamos de entender qué le puede mover al presidente en funciones a encerrarse en su permanencia en el puesto. Nunca la polarización ha dado resultados más allá de media legislatura, con los perjuicios que ocasiona a la economía del país, a las inversiones y a las familias en general. Aunque suene a utopía, la solución para evitar caer en una ruptura de la democracia sería ponerse de acuerdo los dos partidos que conforman la gran mayoría del Parlamento y dejarse de aventuras personales. La economía es el termómetro que marca el bienestar de los ciudadanos y del país que habitan. Y, por cierto, el futuro de España no es nada halagüeño. Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza y la polarización y división nos lleva al desastre. Ningún país del mundo dejaría que el 1% domine un Parlamento por la ambición de una persona, a no ser que nos quieran convertir en un país sin democracia, que entonces sí que es el camino. Mi opinión, y de muchísimas personas, es que, si queremos avanzar, lo que está pasando no es el camino correcto ni lo que hemos votado, por más que lo quieran maquillar, por más que se pueda llevar a cabo por la maltrecha ley electoral.

Adela Laborda Gavalda. ZARAGOZA

El contacto humano, un bien de lujo

Se está poniendo de moda entre la flor y nata de Estados Unidos desenchufarse de los dispositivos electrónicos. Como dice Nellie Bowles en un artículo, se han dado cuenta de la importancia del contacto humano. La cultura española es algo diferente. La clase alta de Estados Unidos no sólo rechaza todos los servicios de la economía digital, sino también los teléfonos inteligentes, las compras en línea, las redes sociales y demás. La élite de las industrias tecnológicas también evita para sus hijos las escuelas que utilizan dispositivos electrónicos. Se puede llegar a tratar a las personas como máquinas. El hombre es cada vez más valioso. Las personas verdaderamente importantes no tienen la necesidad de estar conectadas todo el tiempo. El trato humano es el poder real y la riqueza, no tener un móvil último modelo. Es decir, se prefiere la educación clásica: leer, escribir, estudiar, pensar, jugar, relacionarse cara a cara, y no estar continuamente pegados a estos aparatos, para enfrentarse al futuro y conseguir mejores empleos. Y esto no sólo les pasa a los niños. Basta ver cómo se utilizan los móviles en momentos de espera o en el bus. La digitalización nos ha cambiado la vida, ¡que se lo digan a los prejubilados!, ¿a mejor?, ¿hemos progresado? Los trámites por internet se consideran un logro. Sin embargo, el artículo no dice eso, sino que aboga por el contacto personal. Al menos de esta forma no hay que dar nuestros datos y preferencias, y podemos volver a la tranquilidad y a la vida pausada de ayer.

Javier Pueyo Usón. ZARAGOZA

Azcón y el impuesto de la muerte

La derecha y Vox, cuando estaban en la oposición, tenían unos ideales distintos a los que tienen en estos momentos. Aún recuerdo las manifestaciones en las que pedíamos la supresión del ‘impuesto de la muerte’ y las negociaciones que mantuvimos con responsables de dichos partidos. Nos prometieron que si gobernaban este impuesto, que tanto grava a las familias, lo quitarían. Le preguntaría al señor Azcón que si el mullido que tiene el sillón en el que se sienta en la DGA no es lo suficientemente cómodo y le ha deteriorado la memoria, olvidando de las propuestas que hizo a los aragoneses. Los aragoneses tenemos mucha memoria y somos muy cabezones. Que se acuerde de las manifestaciones del trasvase del Ebro, lo mismo puede pasar con este impuesto si ya no se acuerda de lo pactado con el pueblo que lo llevó a ocupar el puesto que tiene. No nos sirve que quiera maquillar una parte del impuesto a un porcentaje minoritario, porque se comprometió a derogarlo en la totalidad. Estamos acostumbrados a que los políticos cuando están en la oposición prometan muchas cosas. Hicieron cuentas cuando prometieron la anulación de dicho impuesto. La cuantía de lo que se recauda en este impuesto la necesitará para pagar la unión de las pistas de la nieve. Los afectados del impuesto de la muerte quieren mantener su vivienda, que les dejaron en herencia sus ascendientes, porque muchos tienen que renunciar a esos bienes por no poder pagar los impuestos. Pero, como dice Julio iglesias, la vida sigue igual, a los poderosos se les da más poder y a los pobres se les machaca a impuestos. Pero lo más cruel del ser humano es que a los muertos, antes de enterrarlos, se les chupe la sangre.

José Sierra Calvo. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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