Es hora de trabajar juntos
Da la impresión de que, en lugar de colaborar de buena fe para dotar a Zaragoza de un nuevo campo de fútbol, las principales fuerzas políticas, el PSOE y el PP, corren el riesgo de enzarzarse en disputas y de agrandar las brechas que los separan en este asunto, con el serio riesgo de que se malogre la oportunidad que supone el Campeonato del Mundo en 2030.
No es el momento de los reproches, tienen que bajar el tono y trabajar juntos, el sentido común y la voluntad de servir al interés general deben prevalecer. Y no se puede perder tiempo.
Sería muy triste que Zaragoza perdiese una vez más la ocasión de construir un nuevo estadio a causa de la incapacidad de los líderes políticos de sentarse a hablar con sensatez y sin sectarismos para impulsar juntos una fórmula adecuada. Hay un acuerdo muy mayoritario, tanto en la ciudad como en las instituciones, en cuanto a que la capital aragonesa debe contar, cuanto antes, con un campo de fútbol moderno y emblemático, igual que lo tienen las demás ciudades españolas, y europeas, de su rango. A partir de ahí, no debería ser tan difícil encontrar las vías para la necesaria colaboración institucional. El fracaso de la vía elegida inicialmente complica las cosas, y la concesión a España de la organización del Mundial de 2030 exige actuar con rapidez, pero es perfectamente posible todavía poner en marcha a tiempo una solución, seguramente a través de una sociedad mixta para llevar adelante el proyecto diseñado por el equipo de arquitectos de César Azcárate. El club está decidido a participar, y también Ibercaja está dispuesta a estudiar su colaboración. Sin embargo, si las dos principales fuerzas políticas se dejan arrastrar a un bucle de críticas y mutuas recriminaciones, será muy difícil que lleguen a un consenso. Zaragoza necesita un nuevo estadio que sustituya a la veterana Romareda actual, lleva persiguiéndolo desde hace casi un cuarto de siglo. Es hora de que todos trabajen juntos para que lo consiga.
