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Cartas al director de HERALDO: La violencia y la crisis de valores en la sociedad

Detenido por un robo con intimidación en una gasolinera de Tauste
Detenido por un robo con intimidación en una gasolinera de Tauste
Guardia Civil

La violencia y la crisis de valores en la sociedad

La violencia es el uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo. "La violencia es el miedo a los ideales de los demás" (Mahatma Gandhi). Hay síntomas que deben hacer que salten las alarmas. Crecen los robos con violencia. 

Se realizan robos con fuerza en los domicilios incluso con sus propietarios en su interior, robos en establecimientos, en plena vía pública, etcétera. Para los ciudadanos de bien, la inseguridad ciudadana es un problema importante. Se producen robos de móviles y de bolsos, acoso a mujeres, agresiones físicas, robos e incendios en vehículos, etc. Una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo. Constituye un atentado contra la integridad, la dignidad y la libertad de las mujeres. ¿Y la violencia de genero? Mujeres víctimas mortales de sus parejas o exparejas.

¿Pero qué sociedad estamos construyendo? Denotamos una falta de valores en la sociedad. Esta ola de delitos debe de combatirse con educación, con movilizaciones y con denuncias constantes de todas las formas de violencia. Son acciones y comportamientos que han venido erosionando la unidad de la sociedad, creando una crisis que se traduce en una inestabilidad y falta de respeto por los demás.

La crisis de valores en nuestra sociedad, no es una ausencia de éstos, sino una falta de orientación sobre cómo afrontar la realidad y el futuro y con qué valores hacerlo. Estos desórdenes en un país, en su conducta, a veces traen consecuencias graves. En palabras del humanista y escritor Isaac Asimov, "nos acostumbramos a la violencia y esto no es bueno para nuestra sociedad".

Francisco Javier Fernández-Giro Domec. ZARAGOZA

La última carta

Mi padre murió hace unos días. Se llamaba Manuel Arpa. Desde que se jubiló, hace ya ocho años, una de sus mayores distracciones era asomarse a esta ventanita que el HERALDO dedica a sus lectores para escribir mordaces críticas a la clase política o simplemente artículos de opinión sobre temas de actualidad. Se las publicaban todas. "Me van a poner en nómina, hija", me decía. Manuel era de los que religiosamente compraba el HERALDO cada mañana y ver ese escrito con su rúbrica en la sección de Cartas al Director era el mayor de sus orgullos. Ya no habrá más cartas al director firmadas por Manuel Arpa. Sirvan estas letras como homenaje a él y a su amor por esta sección. Sirvan como homenaje a un hombre fiel a sus ideas, íntegro, honesto y de pluma fácil. Te quiere, tu hija...

Adriana Arpa. ZARAGOZA

La línea 34 y la estación

Soy usuario de la estación de Delicias en Zaragoza. Los autobuses de la línea 34, que le dan servicio, a partir de las 22 h tienen una frecuencia de 15 minutos y a partir de las 22.20, de 25 minutos. Considero esa frecuencia inaceptable, una línea que comunica el principal punto receptor de viajeros con el centro de la ciudad debería tener mejor frecuencia. Emplazo al Ayuntamiento a mejorarla.

Manuel Vargas Ramírez. ZARAGOZA

Popovici y la fama

David Popovici es el nadador más rápido del mundo en 100 y 200 metros. Es la figura más famosa de su país y un ídolo a los 18 años. Va a ser la estrella en la consecución de medallas en los próximos Juegos de París, pero lo más importante es cómo está gestionando la fama conseguida a pesar de su juventud. Nada con aparente simplicidad pero dice que hace falta mucha técnica para ser excelente en lo simple y hay, incluso, un arte en la simplicidad. Es admirable oírle decir que lo importante para él, lo que anhela, no es la exhibición de poder, gloria o fama, sino los mensajes que puede enviar desde su podio. Preocupado por emplear su imagen en causas nobles y enseñando a la gente a ser feliz desde el deporte. Sorprende que, pese a su juventud, haga tan buena gestión de la popularidad, sin embriagarse del éxito como generalmente les ocurre a los famosos. Es la mejor forma de prepararse para cuando un día no la tenga, pues ya sabemos que la fama y la gloria son efímeras y un día estás en lo más alto y al siguiente, olvidado. Su discurso tiene una aspiración ética, no es felicidad convencional la que transmite sino una felicidad que da sensación de plenitud, poniendo equilibrio en todo lo que hace. Confiesa que es asiduo lector de los estoicos y que le han ayudado mucho en su ajetreada vida. ¡Los clásicos, ese caudal inagotable, que nos susurran conocimiento, paz y serenidad!

José Luis Romanos Marfil. ZARAGOZA

Caminando por la Jacetania

En Hecho, Urdués, Aragüés del puerto y Jasa, en la Jacetania, prendidos están los techos techados con racimos de pizarra. De sus chisteras chisporrotean ‘chamineras’ que chantajean a las ‘bruxas’, que por la noche trasnochan galopando a lomos de sus mochos. En un océano de imponentes olas pernoctan los pueblos tapados por un espeso poncho verde, que el verano les prestó solo hasta el año postrero. En sus calles, en sus plazas y en sus casas, resuena el eco del jolgorio del gentío en el ajetreo del pasado estiaje. En sus parques, la alegría. En sus ríos, el tintineo de los cascabeles infantiles. En un momento las divertidas estalactitas de hielo se columpiarán del tejado en el alero. Y el invierno correrá para arropar con su manta de algodón blanco las escuetas aldeas. El río Aragón Subordán se arrodilla a los pies de Hecho y Urdués. Mientras que el río Osía se acuclilla sobre la alfombrilla a las puertas de Aragüés del Puerto y Jasa para lavarles las pantorrillas. Y revueltos corren río abajo para reunirse con el Aragón.

Venancio Rodríguez Sanz. ZARAGOZA

Están muy cerca

Resulta llamativo el gran número de anuncios en televisión pidiendo ayuda para los niños del tercer mundo. Hay alguno que apela a la solidaridad en el testamento para ayudas a la infancia en esos países. En España hay muchos niños que pasan necesidades, que solo pueden hacer una comida al día, que carecen de recursos para comprar material escolar, que tienen carencias afectivas. Hay niños que viven en familias desestructuradas, otros víctimas de la violencia de género o de multitud de abusos. Y los tenemos muy cerca. Tal vez entre nuestros conocidos… También necesitan ayuda urgente. Su infancia está en riesgo y pueden sufrir exclusión social y tener muchas dificultades para acceder a una vida adulta digna. ¿Por qué no ayudarles a ellos? Los niños y su infancia son sagrados. Echémosles una mano cada cual donde le competa.

Carmen García Morán. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

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