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Cartas al director de HERALDO: ¿Por qué se tiene tanto miedo al feminismo?

¿Por qué se tiene tanto miedo al feminismo?
¿Por qué se tiene tanto miedo al feminismo?
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¿Por qué se tiene tanto miedo al feminismo?

Hace unos días, en una emisora de radio, una locutora que hablaba sobre Luis Rubiales se preguntaba por qué se tiene tanto miedo al feminismo. Para responder es preciso reflexionar sobre las consecuencias de las falsas creencias transmitidas por una educación patriarcal. 

Según esta ideología, los varones nacen con unas capacidades superiores por el simple hecho de tener el cromosoma Y. Debido a esta supuesta excelencia varonil, anclada en el inconsciente colectivo, existen personas mayores que hacen más caso a sus hijos que a sus hijas. Esta especie de idolatría hacia lo masculino ha dañado gravemente no solo a las mujeres, sino también a los hombres, una repercusión lamentablemente menos evidente. Quien se imagina superior se apoltrona en sus delirios de grandeza, pero quien se considera inferior tiene que esforzarse para compensar sus figuradas deficiencias. Curiosamente, en las aulas, las chicas suelen ser más trabajadoras que los chicos. Tratando de demoler una estructura que, aparentemente, otorga poder a los hombres, nosotras estamos sacando a la luz nuestra fortaleza, unas cualidades que hemos ocultado para sobrevivir; sin embargo, ellos se ven amenazados por sus debilidades, por esas carencias obviadas por su egolatría. Muchos maltratadores, sin recursos suficientes para valerse por sí mismos, no soportan que su compañera sentimental quiera separarse y, ante su incapacidad para enfrentarse a ese vacío interior que les hace tambalearse, la matan. Ese afán de dominación oculta una dependencia tóxica. La resistencia a la revolución feminista que se aprecia en una parte de la sociedad, acrecentada últimamente por los discursos de Vox, es el reflejo del temor que tenemos los humanos a la independencia y, en definitiva, a convivir con nosotros mismos.

M.ª Pilar Ciprés Domínguez. ZARAGOZA

Las historias del abuelo

Se suele decir que a los jóvenes nos aburren las historias del pasado, que sólo vivimos el presente. Pero a nosotros siempre nos ha gustado escuchar a nuestros abuelos, que con sus recuerdos y anécdotas nos acercan al mundo que habitaban cuando eran más jóvenes. Este verano hemos tenido la oportunidad de enriquecer algunas de esas historias con una visita al escenario en las que tuvieron lugar, pues acompañamos a nuestro abuelo Luis a Boquiñeni, el pueblo en el que ejerció de veterinario nada más acabar la carrera, hace ya más de cincuenta años. Fue impresionante constatar cómo hubo gente del pueblo que le reconoció al primer vistazo, a pesar del tiempo transcurrido, y le saludó con verdadero cariño. Nos gustó escuchar cómo hablaban con verdadero orgullo del pueblo, y también de todo lo que había progresado, sin ser conscientes, seguramente por humildad, de que si lo ha hecho ha sido sobre todo por el esfuerzo y trabajo de gente como ellos. Tenemos que agradecer el legado de nuestros mayores y preservar los valores comunitarios que encarnan. ¡Queremos seguir escuchando tus historias, abuelo!

Eduardo y Álvaro del Cañizo Angurel. ZARAGOZA

Basura en la avenida de Madrid

Desde hace tiempo, la avenida de Madrid y sus alrededores están decayendo una barbaridad. Siempre ha sido un barrio de clase media muy majo para vivir. El problema viene cuando la dejadez, la falta de educación de algunas personas y el abandono por parte del Ayuntamiento de Zaragoza con respecto a la limpieza son mayúsculos. Es una avenida muy concurrida, pero hay ciertos vecinos desaprensivos educacionalmente hablando que dejan las bolsas de basura y más cosas tiradas en la calle. Llamas al 010 y la operadora te dice que si no se sabe quién las deja no se puede decir nada ni denunciar a nadie. A la Policía Local no se la ve por aquí. Ha habido temporadas que daban paseos por esta avenida, pero llevamos unos años que no se les ve más que cuando alguna DANA ha inundado Galán Bergua, que pasa cada tres años. Es una indecencia que haya gente así, tan falta de urbanidad. No te puedes encarar con nadie, porque ya sabes a lo que te arriesgas: enfrentamientos sin sentido. Para eso están las fuerzas del orden municipales y yo les pediría que estuvieran algo más encima de estos temas de abandono de basura en mitad de la calle. El Ayuntamiento ya propuso una serie de normas sobre higiene, urbanismo, etc. Estaría bien que lo llevara a cabo. Y el responsable de limpieza, que se dé una vuelta por esta avenida, ya que está en un estado lamentable de limpieza. Ha habido veces en que la máquina fregadora pasaba con frecuencia, ahora ya no se sabe ni cómo es dicha máquina.

Alfonso Azorín Corral. ZARAGOZA

Europa y las lenguas

Leo con incredulidad, no con asombro porque ya no me asombro de casi nada, que España está dispuesta a asumir los gastos que conlleve hacer oficial en Europa el catalán, el vasco y el gallego, como si no hubiera otras necesidades y hay que gastar el dinero para hablar una lengua que prácticamente en el día a día no hablan ni ellos (no me imagino la reunión del otro día entre el vasco y el catalán con intérprete). Pero claro, resulta que en Europa hay más de veinte lenguas oficiales, o sea que no es que seamos tontos, es que estamos rodeados de tontos. Hacemos una Europa unida y no queremos tener una lengua común para entendernos. Normalmente las empresas, sobre todo las multinacionales, piden el idioma inglés, no te preguntan qué idioma hablas para ponerte un intérprete. Claro que dudo mucho que esta peña sepan cómo funciona una empresa, y no se han enterado de que la torre de Babel fue un castigo y no un premio, si es que han oído hablar de la torre de Babel, que lo dudo. Yo creo que los dinosaurios se extinguieron con menos motivos que los que tenemos ahora.

Mariano Martínez Beltrán. GALLUR (ZARAGOZA)

La grandeza de un hospital

Quiero dar las gracias, de corazón, a todo el personal –médicos, enfermeras, celadores, limpiadores, etc.– de Urgencias, de la UCI y de la segunda planta del Hospital Royo Villanova de Zaragoza, por su trabajo, su empatía y sus ánimos. Gracias, por su buen hacer, por la amabilidad y la profesionalidad que demostraron durante mi estancia en ese hospital entre el 22 de agosto y el 6 de septiembre. La grandeza de un hospital no sólo se mide por las técnicas o los recursos de los que dispone, se mide también por la calidad humana de sus profesionales y tengo que decir que sois excepcionales. Así mismo, sirvan estas palabras para poner en valor la sanidad pública que tenemos en España. Muchísimas gracias.

Natalia Novás Claver. SABIÑÁNIGO

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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