Ayudas y burocracia
Transcurridos más de dos meses, el Gobierno no ha concretado todavía las ayudas por la catástrofe acaecida en Zaragoza y en Cuarte el 6 de julio. No es la primera vez que el ayuntamiento de Zaragoza urge a tomar las disposiciones necesarias para reconocer como zona catastrófica y sacar las ayudas que en consecuencia se deben aplicar.
La alcaldesa Natalia Chueca dijo que estaba atónita de que el Consejo de ministros declarase zonas gravemente afectadas en siete comunidades por los incendios de este verano, mientras se olvidaba de que Zaragoza y Cuarte habían sufrido a comienzos de julio unas graves tormentas. Olvidadas a pesar de los escritos remitidos a los ministros con responsabilidad en el tema. "Asistimos perplejos al olvido y al ninguneo del Gobierno", concluía la alcaldesa.
El Gobierno dice que el expediente llegará "en breve" al Consejo de ministros y que será un decreto que aglutinará los daños por todas las lluvias y las DANA registradas este verano en toda España. En el caso de Zaragoza no se puede decir que será "en breve" porque han transcurrido más de dos meses desde los daños. Solo una mentalidad burocrática puede calificar ese plazo como "breve".
Hace un mes la alcaldesa de Zaragoza pedía al Gobierno celeridad en la tramitación de las ayudas, para que a los daños causados en las infraestructuras no se sumase la parálisis productiva en las empresas. De hecho, muchas empresas han tenido que buscar naves y otras han decidido no volver a la producción hasta después del Pilar o incluso más. "Lo más importante -decía la alcaldesa- es la celeridad en la respuesta. El municipio y las empresas necesitan recuperar la normalidad lo antes posible". Ya se ve que las urgencias se sienten de distinta manera según la presión que el Gobierno recibe.
El ayuntamiento de Zaragoza valoró en 2,5 millones de euros los daños por la tormenta. Además, se incluyen afecciones en empresas valoradas en unos 47 millones. Es la consecuencia de la terrible tormenta que convirtió la Z-30 en un río el pasado 6 de julio, río que arrancaba del ya famoso Barranco de la Muerte. Las intensas precipitaciones alcanzaron a varias zonas de la ciudad, en particular a Parque Venecia. Una veintena de equipamientos municipales acumulan daños por un millón de euros. En parques y jardines los desperfectos alcanzan casi otro millón.
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