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Cartas al director de HERALDO: Alcaine, Obón y Josa, marcha senderista

Cañón del río Sus, el Focino. Entrada a Josa desde la carretera
Entrada a Josa desde la carretera
Laura Uranga

Alcaine, Obón y Josa, marcha senderista

Hoy, con fines oscuros, un bosque me perseguía. Bajo el título II Marcha Senderista Tres Pueblos Caminando Juntos, Alcaine, Obón y Josa, tres hermanos, tres localidades, tres municipios de la provincia de Teruel, se pusieron de acuerdo para dar un paseo por los contornos de Josa. 

Quedamos en la plaza de este último pueblo a la 9:00 y, al llegar, a cada uno nos obsequiaron un bidón de aluminio en el que se podía ver el anagrama de la Asociación Cultural Amigos de Josa y un vale para tomar cualquier cosa en el bar después de la andada. Nos pusimos en movimiento en dirección a La Hoz de la Vieja por las lomas, sitio privilegiado desde donde se domina el barranco de los ríos Sus y Radón y la sierra de Montalbán. Resulta que subía yo por allá cuando, de repente, noté que una sombra como de un bosque se cernía sobre mí. De momento me asusté en gran manera. Miré para arriba, miré para abajo, hacia los lados y no vi nada, pero la sombra estaba ahí y no quise alarmar a la gente. Llegamos a la cúspide de la colina y a la sombra de una borda tomamos un refrigerio. Y ya nos pusimos en camino hacia Josa por la otra ladera de la montaña. El ambiente era agradable, el paisaje excelente, el calor sobresaliente y la sombra seguía persiguiéndome de manera insistente. Cuando ya teníamos el pueblo a nuestros pies, nos paramos para hacer la foto de familia. Y fue entonces cuando me di cuenta de la verdad: aquella penumbra no procedía de un bosque encantado, sino que era la negrura del paraguas que llevaba yo en mi mano para protegerme del sol. Y, al percatarme de ello, exhalé un ¡puf!, y me tranquilicé bastante. Gracias, Josa, por vuestra cordialidad.

Venancio Rodríguez Sanz. ZARAGOZA

Vuelta a mi club de lectura

La primera semana de septiembre volveré a él. Recuerdo los dos últimos títulos leídos: ‘El libro de mi destino’ de Parinoush Saniee y ‘El último hombre blanco’ de Nuria Labari. Si se conoce la temática de ellos, enseguida se les incluye dentro de los de corte feminista. Y sí, no nos importa reconocer que luchamos, a través de medios tan cotidianos y cercanos como nuestro club, para difundir un ‘basta ya’ en el caso de las mujeres protagonistas de ellos; y ahora lo estamos viviendo en la coyuntura de las deportistas españolas que han ganado el mundial para convertirse en una pesadilla esos primeros minutos de gloria. Seguro que todavía con más insistencia seguiremos leyendo libros de escritoras actuales o de las pioneras, como Virginia Woolf. Los clubes de lectura no se acaban en la sede social donde se ubican, van más allá, nos sirven para tomar un café a la salida y comentar las noticias de actualidad y observar y oír el ruido, en estos días del comienzo político de una nueva legislatura, que se alarga demasiado a la hora de formarla. Y por supuesto, en mi club hombres y mujeres pedimos la destitución del presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Sólo me queda decir: Bienvenido al club.

María Luisa Alonso Alcalá. ZARAGOZA

Mi querida España

"Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra". Así cantaba Cecilia por el año 75. También se decía aquello de la España de charanga y pandereta y nuestro ministro de Exteriores la promocionó como ‘¡España es diferente!’ Machado nos recordó que una de las dos Españas ha de helarte el corazón. La selección femenina de fútbol se proclama campeona del mundo por primera vez en su historia y después de una celebración inapropiada, fruto de los nervios del momento, se olvida la gesta y se pasa al acoso y derribo de un impresentable que nadie con buen juicio hubiera colocado nunca en ese puesto. La cosa ha llegado al extremo de que las cadenas de televisión variaron su programación para que los españoles pudiéramos seguir el ‘juicio’ y en un mismo canal hayamos podido tragarnos veinte veces el «piquito» para convencernos que la cosa es una agresión sexual en toda regla. No hace mucho, una famosa que ejerce de lesbiana, algo por lo que la admiro y no precisamente por sus dotes de actriz, le comió en el programa ‘Masterchef’ un pico al presentador Jordi Cruz, que no pudo impedirlo, y aquí paz y allá gloria. Fue un caso de pico consentido porque una dama nunca agrede sexualmente, un varón lo hace por norma. Hace setenta años yo decía, me lo han enseñado ‘mis padres’, hablaba de ‘mis primos’ y se decía ‘mis hermanos’ sin tener que añadir ‘y hermanas’, y ¡no pasaba nada! Si hoy algún niño dijera me lo han enseñado ‘mis padres’ estaríamos dando por sentado que sus padres son dos hombres que, mira por dónde, necesitan una mujer para traerlo al mundo. Hoy España sigue siendo dos Españas, el problema es que ya no son dos mitades, porque algunos van ganando y algún día los políticos nos convencerán de que la bandera arcoíris es obligada en el balcón del ayuntamiento porque está a la altura de las de Europa, España y Zaragoza. Habrá que ir pensando en pasarse al bando de los buenos para no ser perseguido. Antes, para callar bocas nos ponían cine y toros en televisión. Seguimos callados cuando oímos nuestro himno porque los que van ganando no quieren que cantemos glorias a España.

Pedro Calvet Gutiérrez. ZARAGOZA

El papelón de Rubiales

Como si se tratase de un tonto útil contratado por el mismísimo Gobierno, Rubiales ha puesto de acuerdo a los votantes de izquierdas y derechas, incluso a unos pocos de la ultraderecha, y ha levantado de nuevo a la sociedad contra el machismo. El resultado ha sido un atropello fulminante que pondrá fin a la interminable secuencia de escándalos que persigue a Rubiales y un apoyo sin mesura de toda la sociedad a la víctima de esta desagradable situación, Jenni Hermoso, al resto de las campeonas, a las quince que renunciaron y a todas las demás futbolistas del país. Pero hay que preguntarse cuán grande sigue siendo el poso casposo y machirulo en las estructuras mandatorias de nuestra sociedad. Cualquiera que viniera de fuera y viera el espectáculo bochornoso que protagonizó Rubiales en la Federación, cuando fue aplaudido por los presidentes de las territoriales, entre otros, saldría corriendo del país. Esos diecinueve mandamases de las federaciones regionales, todos hombres, que secundaban al César sin titubeos lo apuñalaban por la espalda tres días más tarde, como guardia pretoriana vendiéndose al mejor postor, y ahora serán los encargados de hacer limpia en el fútbol español. Para echarse a temblar. Unos días antes, Amaral cantaba ‘Revolución’ con sus pechos al aire bajo el cielo de Aranda de Duero: "Somos demasiados y no podrán pasar, por encima de los años que tuvimos que callar".

Jorge García Piqueras. CALATAYUD

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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