Por
  • Carmen Puyó

Las formas de ciertos tipos

Luis Rubiales.
Luis Rubiales.
Eiden Rubio / Efe

No sé cómo estará el caso Rubiales a estas horas, pero sí sé cómo me quedé yo ayer al saber que no dimitía y leer sus últimas declaraciones. 

Habló de falso feminismo, de cómo se ha sacado todo de contexto, de que él pidió un piquito, sano, sin deseo, y este fue consentido. No tenía intención de escribir de este asunto, porque son muchos los artículos sobre el mismo, y porque doctores tiene la iglesia. Tan poco sé del mundo del fútbol que casi tuve noticia al mismo tiempo del beso que el protagonista de esta historia le había dado a Jenni Hermoso y de la falsa noticia de que lo ocurrido era una demostración de amor, que eran novios y se iban a casar en Ibiza. Qué bonito, pensé, como lo de Casillas y Sara Carbonero. Luego fui conociendo la realidad y leyendo más sobre el personaje. Alguien que es capaz de reunir tanto poder en torno suyo y del fútbol, alguien que cobra el dineral que cobra, no solo tiene que estar muy bien preparado profesionalmente. Además de eso, muy importante, tiene que estar lo suficientemente bien formado para saber que hay hechos, gestos y actitudes que no se pueden tolerar. Esos tipos a los que les encanta agarrarse el ‘paquete’ para celebrar un éxito, o a los que les gusta sentarse con las piernas bien abiertas para dejar constancia de su poderío, esos que morrean -besar es otra cosa- sin pedir permiso, los que se descontrolan, los que llaman lesbiana a una mujer porque no les hace caso, o los que insultan a otras que, según ellos, tienen cara de mal fo…, esos tipos yo creía que habían comenzado a ser erradicados. Pero, no.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión