Una cauta ilusión

Aficionados zaragocistas en la Romareda
Aficionados zaragocistas en la Romareda
Guillermo Mestre

Y si pasa esta temporada?

 No hay agosto sin que el zaragocismo se despierte con este pensamiento del ascenso. Yo lo repetí el día del debut liguero; con el 2-0 y alguna sorpresa de Cordero que parece por consumarse, me fui contento a dormir. Estaba esperando a ese partido para evitar los errores del año pasado, cuando me recuerdo caminando como un prejubilado de banca por el paseo marítimo de Calahonda mientras escuchaba la rueda de prensa de Sanllehí y Torrecilla. Se habló ahí de confianza total, de refuerzo de la delantera, de un equipo consumado atrás que iba a contar con ataque suficiente para despuntar. ¿La historia? Solo diré que fui con un amigo a ver el partido en casa del Leganés y a la vuelta al coche le saltó la alarma de presión baja (de los neumáticos).

Este año la aventura pinta distinta; quizá por el empujón ya prácticamente definitivo a la construcción y posterior gestión del grupo inversor de la nueva Romareda, pero, más allá de la visión empresarial que reina en el Real Zaragoza, lo mejor es que el equipo no se parece a un laboratorio. Digo esto por aventuras como las de Pape Makhtar Gueye, caso excepcional en el fútbol profesional de jugador con piernas pero sin pies, cuya salida fue titulada con bastante gracia por los compañeros de HERALDO: Pagan tres millones de euros por Pape Makhtar Gueye. Me recordó al padre de un amigo que vendió su Citroën C3 de 20 años mientras rezaba en el asiento del copiloto para que al posible comprador no se le encendiera la alarma del radiador en la vuelta de reconocimiento.

Estamos ante un Real Zaragoza más profesional, más serio, y con más medios; algunos quizá por elegir mejores profesionales o cuidar más los detalles que por una cuestión de mayor inversión económica. Así, parece impensable aquella foto de presentación de Fran Gámez, en plena calle Alfonso, con un perrete de fondo y el jugador con la bufanda, que parecía más un hincha de despedida de soltero que un activo de la plantilla.

Queda ahora lo peor de la Segunda: jugarla. Liga eterna en jornadas, apretada, un carrusel para unos meses que lo pasaremos bien, mal y regular. Yo he atemperado la ilusión, que siempre es mejor venirse arriba que abajo. Moverse, maños, moverse. Con cautela. Lo bonito es ser zaragocista.

@juanmaefe

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