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Cartas al director de HERALDO: Una ascensión al Anayet

Ibón de Anayet
Ibón de Anayet
Aramon

Una ascensión al Anayet

Soy uno de los picos de los Pirineos. Podéis subir a donde estoy bien por la Canal Roya, acceso un poco duro al final, bien saliendo desde el Corral de las Mulas (Formigal) y siguiendo la etapa 12 de la pintura blanquirroja de la GR-11 por el barranco de Culivillas, que por cierto tiene una leyenda preciosa. Al fondo del barranco hay una zona un poco enriscada, pero sin dificultad y que compensa cuando llegas a lo alto, ya que lo primero que ves es el majestuoso coloso de la zona, creo que del Pirineo, el Midi d’Ossau (2.885 m). Yo estoy al lado, un poco más pequeño, el pico de Anayet (2.559 m), duro y rocoso también y de origen volcánico al igual que el Midi. La pena es que la mitad estoy derrumbado, sobrevive mi chimenea y de la antigua caldera solo queda el pitón. Mi otro vecino es el Vértice. Hay quien dice que es más alto que yo, pero creo que soy más atractivo y más visitado. El acceso al Vértice es de un terreno rojizo y descompuesto. Ascenderme a mí resulta más difícil, requiere experiencia. Tengo un paso algo expuesto con cadena y la trepada al final, por la chimenea, puede resultar peligrosa, si está mojada o tiene hielo. Cuando me coronáis, veo los rostros de satisfacción con los que contempláis el Midi d’Ossau, la Moleta, la Pala de Ip, Collarada, los Infiernos, el Balaitus, el Aspe, Bisaurin, Castillo de Acher y otros. Siento vuestros abrazos y vuestro aliento. Oigo cómo decís que la vista es única y hoy curiosamente comentáis que el ibón está rojo: ha llovido torrencialmente y mi vecino el Vértice ha llorado desconsoladamente, arrastrando con sus lágrimas la tierra roja y tiñendo las aguas del ibón. Me recuerda a una de las plagas de Egipto. Hoy también es motivo de alegría porque me ha visitado mucha gente joven, ¡qué bien!, savia nueva. Hay continuidad generacional.

Mariano Aguas Jáuregui Zaragoza

La ‘turistificación’

La ‘turistificación’ o ‘síndrome de Venecia’ es un término reciente que cada vez aparece más en los medios. Bien podría definirse como el impacto que tiene para los habitantes de una ciudad el que los servicios, las instalaciones y los comercios pasen a orientarse y concebirse pensando más en el turista, visitante esporádico, que en el ciudadano que vive en ella de modo permanente. Es el caso de nuestro país, que tradicionalmente se ha caracterizado por recibir a personas procedentes de cualquier otro lugar del planeta con los brazos abiertos, pero donde en los últimos años empiezan a levantarse cada vez más voces posicionándose en contra de tan ingente número de turistas. Las protestas no van dirigidas contra el turismo en sí mismo –generador como es de importantes beneficios para nuestra economía nacional– sino contra la mala gestión que crea una masificación ruidosa, sucia y escandalosa, convirtiendo pacíficas ciudades en sitios inhabitables, es decir, ocasionando de esta manera, ¡ay!, grandes perjuicios.

Ángel Sánchez López Zaragoza

Los anuncios de Tráfico

Respecto a los anuncios de la Dirección General de Tráfico, que hace unos días eran considerados crueles en una carta, los hacen así, crueles, porque es la forma más efectiva de evitar accidentes de tráfico por beber, drogarse o hablar por el móvil, no por el reventón de una rueda o algo parecido, con lo cual lo veo coherente y razonable y en mi forma de ver no hay excusas en ellos para tener o no descendencia.

Luis Ramón Castro Pérez Zaragoza

El significado de libertad

Se oye continuamente la palabra libertad, la dicen los políticos, la cantan los cantantes, la escriben los autores y los periodistas, la reclaman los presos, pero ¿la gente es consciente de lo que significa y lo que supone? Me contaba un conocido que tenía un cliente mexicano adinerado que se había instalado en España porque sus hijos pequeños tenían que ir con guardaespaldas, le hacía ilusión comprarse un Mercedes, allí tenía un coche viejo para no levantar sospechas. En España sus hijos podían salir a jugar sin peligro. Un día, hablando con unos argentinos, les pregunté por qué se habían venido a España, me contaron que tenían mejores trabajos en Argentina, pero estaban asustados por la posibilidad de un secuestro de un hijo. Los ciudadanos procedentes de países con grandes limitaciones de libertad, iberoamericanos, musulmanes, comunistas o con dictaduras, valoran la libertad que pueden disfrutar aquí. Por el contrario, la gente de aquí no valora lo que significa la libertad, tomar una cerveza tranquilamente, ir a un mitin sin temor a ser asesinado, circular sin temor a que la Policía te pare para sacarte dinero o que los niños puedan jugar en los parques, etc. Ni la valora ni reconoce que está garantizada por las Fuerzas de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas.

Agustín Aznar Sánchez Zaragoza

Profesionalidad y amabilidad

El 3 de agosto fui intervenido quirúrgicamente en el hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, por el servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular. Quisiera expresar mi agradecimiento al citado departamento por la profesionalidad y amabilidad de todo el equipo. Muchas gracias.

Francisco Javier Layed Pérez Zaragoza

Los estudios en la AGM

He leído con curiosidad las páginas 6 y 7 del día 16 de los presentes. En ellas se hace un recorrido por la realeza que ha pasado y pasará por la AGM, desde D. Juan Carlos y D. Felipe hasta D.ª Leonor, que acaba de ingresar. Me he centrado más en la figura de D. Felipe por coincidir con mi época de estancia en el mismo centro, y he encontrado un lapsus, al menos así lo califico dado el conocimiento que el autor, Ramón J. Campo, tiene de los asuntos militares. En el primer párrafo, tras mencionar las palabras del antiguo profesor y delegado de Defensa en Aragón D. Javier Fernández sobre "los ciclos", el Sr. Campo dice: "Era una mezcla de Infantería, Caballería e Ingeniería donde...". En realidad no era una mezcla, más bien se trataba de periodos de instrucción específicos por los que pasaban todos los cadetes de segundo curso para un mejor conocimiento de todas las armas, independientemente de aquélla a la que pertenecían. En efecto, pasaban por el ciclo de Infantería, por el de Caballería, por el de Artillería y por el de Ingenieros (no Ingeniería). Arma que hoy se ha dividido en dos ramas, Zapadores y Transmisiones. Y una denominación, arma, que se ha cambiado por la de especialidad fundamental.

Martín Gorriz Zaragoza

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