Subdirectora de Desarrollo Digital

Maneras de vivir

Los jóvenes de hoy valoran más el tiempo libre que un buen salario.
Los jóvenes de hoy valoran más el tiempo libre que un buen salario.
Doménech Castelló / Efe

Lo mejor del verano es el tiempo. 

Se ha convertido en el bien más preciado. Hoy en día, los jóvenes, cuando negocian un contrato, se interesan más por los días de fiesta, el horario y la posibilidad de teletrabajar que por el salario. Antes era al revés. Estábamos dispuestos a entregar la vida a cambio de poder trabajar. La medida del éxito la daban el sueldo y las horas que metieras.

Creo que en el fondo su posición es más inteligente. Las políticas de austeridad que priman en muchas empresas limitan su progresión laboral. Además, internet ha impreso un ritmo mucho más rápido para las expectativas, incluso las laborales. Invertir años de esfuerzo a cambio de una promesa de futuro incierto no parece muy inteligente. Trabajar sí, pero lo necesario para satisfacer los planes personales.

Para los de mi generación su actitud es incomprensible. A nosotros nos educaron en la letanía del esfuerzo y el sacrificio, en la confianza de que en algún momento se nos compensaría. Pero la fe hoy no cotiza al alza. Y si pueden tener un fin de semana de tres días no lo cambian por una palmadita en la espalda. Eso no quita para que no trabajen bien y con entrega. Pero su escala de valores es otra, como la sociedad que habitan.

Cuando llegan las vacaciones y saboreamos el tiempo, los que venimos de la vieja escuela nos lo replanteamos todo. Vemos los errores y nos llenamos de buenos propósitos que, indefectiblemente, postergamos para el futuro. Como si tuviéramos garantía de que existirá. No aprendimos nada de la pandemia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión