Por
  • CARTAS AL DIRECTOR

Cartas al director de HERALDO: La oportuna escolta de la Policía Local

Coche de la Policía Local de Zaragoza
Coche de la Policía Local de Zaragoza
@policiazaragoza

La oportuna escolta de la Policía Local

Hace unos días, mi hijo comenzó a correr por casa y, claro, tropezó y cayó al suelo, con la mala suerte de que se golpeó la cabeza con una mesa. Tras el golpe, estaba en el suelo sangrando por la frente y llorando. Automáticamente, taponamos la herida y salimos hacia el hospital, porque la brecha era para varios puntos de sutura. De pronto, comenzó a vomitar y a quedarse medio dormido, no respondía a nuestras indicaciones. Dado que había mucho tráfico para llegar al hospital materno-infantil, entendiendo que dicha situación probablemente era debida al golpe, llamamos al 092 y explicamos la situación al operador de sala, quien sin dudarlo un momento consultó por la emisora si alguna patrulla podía abrirnos paso para llegar cuanto antes al hospital. Tras dar la descripción del vehículo y dirección que llevábamos, de pronto encontramos una patrulla de Policía Local, quienes nos abrieron paso hasta el Hospital Infantil Miguel Servet. Una vez allí, en lo que mi mujer aparcaba el coche, yo entraba con mi hijo, cuando de pronto vi que mi mujer me acompañaba, siendo la propia patrulla de Policía Local quien estacionó correctamente nuestro vehículo y devolvió la llave. Nos gustaría transmitir el agradecimiento al operador de sala que buscó una patrulla para ayudar y a la patrulla que nos escoltó, agradecer su buen hacer y voluntad, no solo efectuando escolta, sino preocupándose de estacionar nuestro vehículo para evitar más incidencias. Por ello, nos gustaría darles las gracias y recordar que bajo los uniformes siempre hay personas que entienden y empatizan, y por nuestra parte, mostrar el agradecimiento por su labor y ayuda. Sin duda, la atención en el Hospital Infantil Miguel Servet fue estupenda, con un personal muy entregado y atento, como es habitual.

Óscar García Díez ZARAGOZA

Todos nos equivocamos

Hace veinte años mi vida me brindó dos grandes regalos. Uno, tener un hijo maravilloso; otro, renacer de mis cenizas como el Fénix tras un accidente de coche. Estos años he tenido que lidiar con muchos frentes en mis múltiples recuperaciones (47 intervenciones). He lidiado con errores médicos, con olvidos o malas decisiones, pero todo ello me ha llevado a la conclusión de que somos humanos y nos equivocamos, no somos perfectos, ni todo lo sabemos. También he conocido a gente maravillosa a la que, como a mí, un buen día les cambió la vida. Una de esas personas es Gloria. Su risa y su sencillez me cautivaron. Ella es ahora amputada, como yo, transtibial de pierna derecha. Yo soy de pierna izquierda. Su amputación fue debida a una negligencia médica que nunca salió a la luz. Porque somos personas imperfectas y erramos. Ella fue a una operación de juanete, le tocaron un nervio y la dejó sin poder caminar. Su pierna desarrolló un síndrome que se denomina Sudeck. A base de altas dosis de morfina, de calmantes y medicación para la ansiedad y depresión, consigue pasar el día. Quiero dar voz a Gloria y a otras tantas personas víctimas de errores médicos que quedan en el ‘si yo te contara...’. Hablando se entiende la gente, reconocer los errores cometidos es de buenos profesionales.

Ana María Saz Odriozola VILLANUEVA DE GÁLLEGO (ZARAGOZA)

La fiebre rosa

La fiebre rosa provoca el aumento de venta de muñecas en Zaragoza entre niños y mayores, tras el estreno de la película ‘Barbie’. Al parecer hay gente mayor que se colecciona la famosa muñeca. En España no han faltado muñecas famosas, algunas con gran éxito, pero la Barbie triunfa en la lista de las preferidas por influencia de lo estodounidense. Pertenece a la empresa Mattel, creada en 1959 por Ruth Handler, que se percató de que su hija prefería jugar con muñecas con características adultas en vez de infantiles. En los años de pobreza, la falta de muñecas con las que jugar frustró a muchas niñas, que de mayores quisieron compensar coleccionando este juguete. Si un niño pide una muñeca, todavía se le mira de modo sospechoso. Sin embargo, coleccionar muñecas por parte de adultos, hombres y mujeres, es muy frecuente. En Estados Unidos se considera la colección de muñecas la segunda afición en importancia, después de las estampillas. Tras el estreno de ‘Barbie’ es posible que ocupe el primer puesto. España nada tiene que envidiar en cuanto a fabricación de muñecas. Mariquita Pérez fue la muñeca preferida por las niñas españolas durante los años 40 y 50. Fue elegida la mejor muñeca fabricada en España. No obstante, su elevado precio en unos años de escasos recursos la convirtió en un producto de lujo. Otra muñeca famosa entre nosotros fue la Nancy, lanzada en el año 1968, asequible para casi todo el mundo. De la misma empresa es Barriguitas, otra muñeca de gran aceptación. En el extremo contrario a la afición por las muñecas existe la ‘pediofobia’, quien la padece sufre síntomas de ansiedad con solo ver una muñeca.

Antonio Nadal Pería ZARAGOZA

¿Quién cuida de los bomberos?

¿Quién cuida de nuestros cuidadores? Es una frase más que utilizada en estos últimos años pero para nada aplicada, al menos dentro de mi ámbito laboral; soy bombero. Pertenezco al Servicio Provincial de Extinción de Incendios de Zaragoza y el desarrollo de mi labor fuera del parque es muy amplio. Situaciones muy dispares, unas muy sencillas de resolver y otras no tanto; unas de un impacto muy mediático y otras absolutamente nada. Situaciones en las que nuestro trabajo es determinante y son resueltas satisfactoriamente y otras que, por más que lo entreguemos todo, el resultado final es amargo, obviamente para los afectados, pero una parte siempre regresa con nosotros en el camión. A estas últimas situaciones es a las que se refieren mis palabras, ¿quién cuida de los cuidadores?, ¿la Administración a la que perteneces? La respuesta es no, precisamente es el último sitio donde buscarías refugio, debido a la mala sintonía que existe hace años... Sinceramente creo que nos tienen envidia. Entonces, ¿quién cuida verdaderamente de los cuidadores? Tu familia, tus amigos, tus compañeros o incluso un desconocido que se ha cruzado en tu camino. Los bomberos también somos personas de carne y hueso. Lo demás se lo dejo al séptimo arte.

Juan González Montes RICLA (Zaragoza)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión