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  • Guillermo Fatás

¿Qué será del PSOE con Sánchez?

Pactos.
Pactos.
Lola García

Una parte del socialismo español sufre amarga inquietud. Notables veteranos dejan saber que su secretario general daña al partido y a España. Y, a pesar de ello, casi todos lo votan, porque les da vértigo biográfico que el PSOE fracase.

Zapatero y Sánchez vienen encarrilando al histórico Partido Socialista Obrero Español por una vía cuyo final inquieta a socialistas caracterizados y a otros muchos españoles

Felipe González (Nueva Revista, 185) escribe que deben buscarse soluciones "en las que la lista más votada sea aceptable cuando no haya otra opción" y sin contrapartida especial. Alfonso Guerra decía en junio: "El pacto de Sánchez con Iglesias significó un cambio brutal en la tradición y el pensamiento del PSOE, (...) una alianza de radicales, populistas, independentistas y herederos del terror (...) Tal vez haya llegado el momento de que los socialistas se interroguen sobre si no será el problema el candidato".

El veterano J. A. Ruiz Castillo, en diciembre, opinaba sobre los socios de Sánchez: "Asistimos a un constante ataque a nuestra Constitución del 78, que fue sin duda una gran victoria para la izquierda española. Otegi anuncia manifestaciones a favor de la independencia del País Vasco y contra la Constitución Española (...) Es constante el desafío al Estado por nacionalistas catalanes y vascos. Sediciosos y malversadores, los primeros, e incapaces de condenar a los asesinos de ETA y ayudar a esclarecer más de 300 asesinatos de los terroristas, pero hábiles en lograr expulsar de ‘sus’ territorios a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los otros", además del deterioro de "la situación institucional".

Nicolás Redondo, el 10 de junio: "Estoy en contra de la coalición con Podemos. Insuficiente, pues necesitaba el apoyo de ERC, que había dado un golpe de Estado en Cataluña. Y me pareció aún peor que se necesitara a Bildu, heredero político de ETA, que sigue fortaleciendo su épica fraudulenta cuando recibe a los presos que salen o pone a los etarras en sus listas. Esa es la cuestión, no si ETA existe (...) Dejamos presentar la Ley de Memoria Histórica a Bildu, heredero del mayor enemigo de nuestra democracia. En Navarra, el PSOE debe pactar con UPN. Y el PP, si quiere, que participe. Es una cuestión de Estado. (...) ¿Qué hacemos los próximos años en el PSOE ¿Pedimos el apoyo del PP, si somos primera fuerza política, para cuestiones fundamentales? ¿O recurrimos a ERC, Bildu y a toda la amalgama de partidos periféricos? España necesita acuerdos entre PSOE y PP".

En mayo, García Page: "La política está en un nivel enormemente mediocre, está todo degradado (...) Las políticas sociales del Gobierno son suscribibles por una amplia mayoría, pero el ruido y las compañías son menos apoyables".

«Asistimos a un constante ataque a nuestra Constitución del 78, que fue una gran victoria para la izquierda española» (J. A. Ruiz Castillo, PSOE)

Joaquín Leguina habla de "la alianza con la patulea de separatistas contrarios a la Constitución que hoy rodean a Sánchez (...) mientras los presidentes del Congreso y del Senado atienden a los dictados del Gobierno" y se produce "la invasión del Tribunal Constitucional, donde han entrado de la mano de Sánchez personas políticamente contaminadas. Ojalá que el PSOE recupere las señas de un partido no sólo defensor del Estado democrático sino también del sentido común".

Francisco Vázquez anunció que no votaría a Sánchez porque «las consecuencias para España serían graves y preocupantes": está en juego la ruptura del largo periodo constitucional nacido de la Transición política, que quiebra cuando el PSOE asume la exclusión del acuerdo con el centroderecha impulsada por el nacionalismo socialista de Cataluña. "El sanchismo es el abandono de la centralidad por parte del PSOE (...) y un intervencionismo, siempre previo al totalitarismo, manifestado en la promulgación constante de decretos leyes y en la ‘okupación’ partidaria de los órganos de control y garantía". Añora cuando, con mayoría conservadora, las Cortes eligieron presidente del Tribunal Constitucional "a un exiliado que había combatido en las filas republicanas en la batalla del Ebro, don Manuel García Pelayo. Yo votaré en contra del proyecto político del actual Gobierno de coalición socialcomunista y de su mayoría parlamentaria".

Estos curtidos socialdemócratas lo pasan mal y siguen pidiendo a Sánchez que se abra a pactos de Estado para sacar al país del atolladero. Pero es mucho pedirle.

Arthur Koestler, en su estremecedor 'El cero y el infinito', encabeza el Segundo Interrogatorio con esta cita (bastante fiel) de Dietrich de Nieheim (1410): "Si no ceden, queda recurrir a remedios más fuertes (...) y será apropiado procurar la santísima unión y cohesión de la Iglesia de cualquier otro modo, con engaño, fraude o fuerza, por las armas y la violencia, promesas, dones y dinero e incluso cárcel y muerte".

También el marxismo-leninismo tomó forma de 'iglesia' (el PCUS), cuyos fieles renunciaban a la disidencia: "Fuera de la Iglesia no hay salvación. Fuera del partido tampoco", escribió Jorge Semprún (excomunista y ministro con el PSOE) en su ‘Autobiografía de Federico Sánchez’. La idea está en una carta de san Cipriano de Cartago (por cierto, primer escritor que cita cristianos en Zaragoza): "Fuera de la Iglesia no hay salvación. No puede tener a Dios como padre quien no tiene a la Iglesia como madre". El sanchismo, de hecho, logra que su grey no vea soluciones fuera de Sánchez.

No tan al margen

1- La banca gana mucho dinero porque encarece las hipotecas y apenas remunera los depósitos.

2- Hay 1,2 millones de españoles con empleo y, a la vez, en pobreza severa. Paradoja cruel, enmascarada en las cifras del paro oficial.

3- Tezanos tampoco acertó esta vez. No en lo principal: el partido más votado no fue su PSOE.

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