Director de HERALDO DE ARAGÓN

Un nuevo Gobierno

Han pasado dos meses desde la celebración de las autonómicas.
Han pasado dos meses desde la celebración de las autonómicas.
Beatrixia

Recuperamos el foco local. Acertó Jorge Azcón cuando se apoyó en la espera como mejor aliado. Separar la campaña de las generales del diálogo abierto en Aragón para la formación de gobierno ha resultado especialmente rentable a los populares, al igual que aportar siete diputados a la insuficiente suma de Núñez Feijóo eleva la consideración de Azcón en Génova. ¿Tendrá Aragón un gobierno en solitario? Ese es su deseo. ¿Podrá lograrlo? El malestar de Vox con el PP nacional juega en su contra.

Superadas las generales, Azcón ha retomado los contactos para la formación de un nuevo Gobierno de Aragón afectado por las tensiones nacionales entre el PP y Vox. Dos meses después de la celebración de las autonómicas, el tiempo empieza a apurar.

Los de Abascal se muestran enfadados por la distancia adoptada por Feijóo en la campaña electoral y piden que se recupere el respeto. Creen que sus escaños autonómicos, pese a la pérdida de votos en los comicios del pasado domingo, han ganado peso y aumentado de precio. Ahora, según sentencian los voxistas, valen más o, por lo menos, lo mismo que antes de las generales. No reconocen ningún factor de corrección a la baja y quieren entrar en el futuro gobierno, convencidos de que el PP no tiene alternativa. Así es como se llega hasta la paradoja: de poco ha servido el deseo de Azcón de encapsular sus negociaciones y separarlas de las tensiones madrileñas. Vox, aunque asegura que nada tiene que ver lo uno con lo otro, lo mezcla todo e introduce a Murcia y Aragón en un mismo saco.

Para el PP será complicado zafarse y, más todavía, explicar a Vox que la presidencia de las Cortes fue una cesión mayor y suficiente. Todo apunta a que no cejarán en su empeño de entrar en el gobierno. ¿Habrá repetición electoral? No entra en los planes de Azcón, que busca una investidura que genere el menor desgaste posible a los populares. Aunque, ¿qué ha descubierto la votación del pasado domingo? La respuesta es sencilla: el miedo a Vox, la posibilidad de que toque poder activa el voto útil en favor del PSOE y frena el crecimiento del PP. Los socialistas aragoneses, en consecuencia, desean un gobierno de coalición entre PP y Vox, un acuerdo político que les permita construir desde el rechazo a la extrema derecha su oposición durante los próximos cuatro años.

«Azcón, que no quiere asomarse al precipicio de la repetición electoral, sabe que una nueva cita con las urnas aporta una condición imprevisible»

Superados los dos meses desde la celebración de las autonómicas (no parece recomendable que la maquinaria institucional tarde tanto tiempo en cambiar de color), Azcón, que no quiere asomarse al precipicio de la repetición electoral, sabe que una nueva cita con las urnas aporta una condición imprevisible, donde el voto útil (indetectable, a tenor de lo ocurrido, para muchas empresas demoscópicas) podría seguir jugando en favor del PSOE. Descartada la repetición, solo queda diluir a Vox y buscar un sumatorio con el mayor número de factores posibles (Teruel Existe y PAR), aunque los sumandos se expresan incompatibles.

Perder y ganar, tal y como se demostró el 23-J, es una cuestión que también se construye con la ayuda de las expectativas. Los populares, apoyados en las encuestas, pensaron que arrasarían y la victoria, aparte de insuficiente, terminó adoptando tintes de derrota. Las caras en Génova y Ferraz se expresaron intercambiadas. Los segundos se mostraban como primeros, mientras que los ganadores fueron víctimas de su propia decepción y de una estrategia equivocada. En este proceso de negociación para la formación del gobierno aragonés, en el que Teruel Existe y el PAR no han rechazado su cuota de protagonismo, las expectativas también juegan. Rebajar las de Vox es la principal tarea de Azcón.

Pese a que los pronósticos, a tenor de lo ocurrido en las elecciones generales, han entrado en terrenos movedizos, todo indica que habrá un nuevo gobierno en los próximos días. Con o sin el reconocimiento por parte de Feijóo del respeto, al que según los de Abascal, se les ha faltado, Azcón tratará, buscando huir de problemas innecesarios, de contar con perfiles políticos pactados.   

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Mikel Iturbe)

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