Una bella letra

Cuadernos Rubio alcanza los 300 millones de unidades vendidas desde 1956
Una bella letra
HA

Cuando nos corregían el dictado, los profesores valoraban si teníamos ‘buena’ o ‘mala’ letra. Lo expresaban así, pero hubiera sido más motivador que hubieran usado la definición que la RAE hace de la palabra caligrafía: "Arte de escribir con letra bella y correctamente formada, según diferentes estilos", para la primera acepción.

Parece comúnmente aceptado que a la caligrafía se le da hoy menos importancia que antes. Por eso es alentador que los cuadernos Rubio, que acompañaron nuestra infancia y la de nuestros hijos, vivan hoy una segunda juventud. Esos cuadernos sugerían orden y perfección, eran, verdaderamente, el ideal de "la letra bella y correctamente formada". Bajo sus rasgos infantiles, nos proponían un modelo tan elevado que si tardábamos en acometer la tarea no era por vagancia, no; era por el temor a emborronar esa perfección.

Los cuadernos Rubio se han adaptado al siglo XXI y a las nuevas tecnologías. Pero no han perdido su esencia. Han ayudado a generaciones de escolares y ahora se dirigen también a las personas con dificultades neurológicas. Es curiosa la anécdota de Ramón Rubio, creador, en 1959, de esos cuadernos maravillosos, contada por su hijo Enrique, hoy al frente de la empresa familiar. En sus inicios, viajaba por España ofreciéndolos a centros educativos y papelerías. En una de ellas le dijeron que no se venderían nunca. Y tenían razón. Porque los Rubio no la incluyeron entre sus clientes cuando triunfaron y llenaron España de esos cuadernos que forman parte de nuestra historia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión