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Cartas al director de HERALDO: Análisis desapasionado del resultado electoral

Papeletas en un colegio electoral.
Papeletas en un colegio electoral.
Marcos Cebrián / HERALDO

Análisis desapasionado del resultado electoral

Me atrevo a presentar una tabla con el propósito de ofrecer a primera vista las opciones que se presentan tras las elecciones generales del pasado 23 de julio. Los analistas se han centrado en dos ellas, las que he llamado 1 y 2, y que se corresponden con una posible coalición de “derecha” encabezada por el ganador, la 1; y la que se podría formar en torno al segundo partido con todos los demás, la 2, incluido el liderado por un prófugo de la justicia. 

Si la 2 prescinde de JxC, tampoco da mayoría absoluta, pues se queda en 172 diputados. Son las dos posibilidades en las que se centran los analistas, además de una tercera, que no he tratado, y es la de unas nuevas elecciones. Existe la opción 3, que pocos consideran, la coalición PP y PSOE, los dos primeros partidos tras las elecciones, y que, desde un punto de vista estrictamente democrático, el gobierno de la mayoría, sería la más lógica, y desde el punto de vista estatal sería lo deseable. En efecto, la opción 1, en la que figura el ganador, no conduce a un gobierno salvo una rara abstención del segundo partido. Sin embargo, la 2 si puede formar gobierno, a costa de reunir a una amalgama de todos colores, lo que quizá le hiciera ingobernable. Pero la opción 3 si conduciría a un gobierno, representaría al 65,4% de los españoles, cifra claramente superior a las de las otras dos, 47% y 50%, y tendría el mayor apoyo de la población, 15 millones frente a 8 o a 12. Es decir, está opción se presenta como la más democrática, y sin embargo no parece ser tenida en cuenta, ni por los concernidos, PP y PSOE, ni por los medios de comunicación, ni tan siquiera parece ser una aspiración popular. Los españoles no han querido acabar con el “sanchismo”, pero tampoco parecen desear que siga al mando pues ha sido relegado al segundo puesto. Finalmente, aunque la normativa afirma que cualquier diputado, todos ellos, representan al pueblo español, en determinados casos cuesta mucho, pero mucho, creerlo; basta tomar en consideración las fórmulas que usan en la toma de posesión de su escaño. Aspecto que debería tomarse en consideración en la formación de los pactos para formar gobierno. ¿Qué, o quien, es lo que hace tan difícil llegar a ese pacto entre estos dos partidos?

Luciano Ibáñez Dobón. ZARAGOZA

¿Todos contentos?

Lunes por la mañana. Leo en HERALDO las declaraciones de los líderes políticos tras conocer los resultados de las elecciones del 23-J. Casi todos parecen contentos. Núñez Feijóo: "El PP ha vuelto a ganar las elecciones… Nunca nuestro partido había subido con tanta intensidad". Sánchez: "Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando". Díaz: "Hoy tenemos un país mejor". Rufián: "Podemos decantar la balanza". Ortuzar: "Nuestros votos parece que volverán a ser decisivos". Y así con casi todos. El ‘casi’ es por Abascal, que asume el retroceso de su partido, y por los líderes de los partidos que se han quedado sin representación parlamentaria (que, al igual que los líderes fagocitados por Díaz, si han hablado lo han hecho con voz tan baja que ni se les oye, por si acaso). Yo no estoy contento. En mi mente sobrevuelan palabras y expresiones que me inquietan: incertidumbre, bloqueo, inestabilidad, polarización de la sociedad, rehenes de pactos, repetición de elecciones. Mientras tanto, los políticos a lo suyo, contentos los que suben porque suben, contentos casi todos los que bajan porque se siguen viendo protagonistas del futuro. Casi todos los candidatos parecen contentos, pero yo creo que ninguno de ellos lo está en realidad, ninguno. Será que, cuatro siglos más tarde, sigue teniendo razón don Francisco de Quevedo con aquello de que "la hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política".

José Francisco Muñoz Villalba. SABIÑÁN (ZARAGOZA)

De Rivera a Puigdemont

En las elecciones de hace ya unos años la suma de diputados de PSOE y Ciudadanos daba una amplia mayoría de centro-izquierda. Pero los guardianes de las esencias del PSOE gritaron en Ferraz (a los pies de Sánchez): "¡Con Rivera no! ¡Con Rivera no!". Y fue que no. Rivera desapareció y Sánchez resucitó. Tras estas elecciones de 2023 (gana el PP y resiste el PSOE), ni la mejor aritmética parlamentaria da una suma ni muy sensata ni muy viable para nadie. Esta vez los guardianes de las esencias del PSOE (como siempre, en Ferraz y a los pies de Sánchez) no le gritaron nada. Creo que les daba un poco de vergüenza gritar tan a las claras y a las primeras de cambio: "¡Con Puigdemont sí! ¡Con Puigdemont sí!". Y será que sí. ¿Eso del PSOE cómo queda? ¿Y aquello de España? Pelillos a la mar. Todo sea por la mayor gloria de nuestro amado líder.

José Noguero Olivar. CASTILLAZUELO (HUESCA)

Justicia social de los pisos

Soy una anciana nonagenaria, estoy enferma con achaques de la edad. En un piso de mi propiedad vivían arrendados una familia: el padre está trabajando, la madre no; un hijo tiene 22 años y el segundo 18, con una minusvalía de importancia. Ya no son inquilinos; ahora son ‘okupas’, ya que llevan cuatro años sin pagar. La ley los considera vulnerables, aunque muchos jóvenes de 22 años sí consigan trabajar (el Gobierno presume de un bajo paro), y aunque el menor de los hijos pueda tener derecho a una ayuda económica, parece que el Sr. Sánchez no se la da. Pedro Sánchez le dijo a Vox y a quien quiera oír que él "ayuda a los vulnerables", pero esa afirmación falta a la realidad. Somos los propietarios como yo (no los grandes tenedores), que necesitamos ese alquiler para complementar nuestra escasa pensión, los que debemos hacernos cargo de dar un techo a esas familias, a costa de robar el sudor de nuestra frente y la tranquilidad de nuestra vejez. Muchos están en contra de los ‘okupas’, pero el Sr. Sánchez y sus leyes son responsables de favorecer este tipo de ocupaciones.

Fernanda Cardo Miguel. ZARAGOZA

Oposiciones de Secundaria

En las oposiciones de Secundaria del Gobierno de Aragón, opositores y tribunales han sabido las notas de la primera parte de las pruebas, es decir, del tema antes de hacer la segunda parte. De modo que han presentado la unidad didáctica sabiendo los tribunales la nota y si habías reclamado o no la corrección del examen. La nota de la unidad podía hacer media, ya que había que llegar a un cinco, o no en función de si ellos querían o no, porque sabían la nota. Por supuesto viendo tu cara y sabiendo quién eres. Mi pregunta es dónde está la igualdad en el acceso a la función pública, cómo puede ser que se produzcan estos atropellos de la Administración y dónde están los sindicatos para evitarlo. ¿Cómo es posible que se hagan por plicas los exámenes si luego van a saber tu nota y van a poder poner unas décimas menos y ya no entras? No han modificado la nota de ninguna persona que ha reclamado, ellos son dioses del Olimpo que no se equivocan nunca, y si lo hacen da igual porque con la Administración hemos topado. Así es imposible no solo entrar sino seleccionar a las personas que realmente son eficaces, eficientes, válidas.

María Paz Álvarez Lorente. TUDELA (NAVARRA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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