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Cartas al director de HERALDO: Los socialistas deben hacer una reflexión

Pedro Sánchez en la sede del PSOE durante la noche electoral.
Pedro Sánchez en la sede del PSOE durante la noche electoral.
Nacho Doce

Los socialistas deben hacer una reflexión

Los resultados electorales permiten sacar conclusiones varias, pero conllevan inestabilidad, incertidumbre y riesgos. Ha habido un ganador, el PP, que ha pasado de 89 escaños en 2019 a 136, con mayoría absoluta en el Senado y ganador en 11 comunidades, además de Ceuta y Melilla. 

El PSOE se ha limitado a ganar 2 escaños sobre los obtenidos en 2019, Vox ha perdido 19 y Sumar 7. La tradición en España ha sido que gobierne el partido más votado, así ha venido sucediendo desde que se instaló la democracia. Sánchez, en el debate con Feijóo, no aceptó tal propuesta, previa a conocer el resultado electoral, seguramente porque preveía que no ganaría, como así ha sucedido. Se dice que potenciales votantes socialistas dudaban si abstenerse o votar al PP y que se ha han inclinado por dar su vota al PSOE por su rechazo a que Vox entrara en el Gobierno. Hay algo que debe mover a reflexión al votante socialista en cuanto a que Sánchez vuelva a gobernar a cualquier precio con el apoyo de independentistas y filoterroristas, sometido a sus exigencias que van a incrementarse y cuyo objetivo es la destrucción de España. Sería bueno conocer la opinión de quienes han votado a Sánchez, lo que en la práctica es muy difícil. Lo que sí sería interesante es conocer cuál es la opinión y el criterio de insignes socialistas constitucionalistas con experiencia política, así como la de los barones socialistas, además de la ya conocida de sectarios sanchistas que son partidarios, como su jefe, de gobernar a costa de lo que sea. Un Gobierno que dependería de un personaje como Puigdemont, que va a exigir un referéndum anticonstitucional vinculante. Gobernar a cualquier precio, con el riesgo de poner en riesgo la unidad y el futuro de España, debe mover a una profunda reflexión socialista.

Joaquín Mañeru López. ZARAGOZA

Resultado inquietante

Las elecciones generales han configurado un marco de inquietante gobernabilidad. Los que han ganado no pueden gobernar y los que pueden gobernar no deben. No pueden porque no tienen diputados suficientes. Y no deben porque, habiendo perdido, alcanzar el poder les supone un peaje que puede ser peligroso y amoral, aunque la situación se deriva de una votación democrática. El momento es el reflejo de la eterna dicotomía de los españoles. Siempre montaña o playa, azul o rojo, Madrid o Barça. Quien piense diferente es el equivocado, el enemigo. Pero olvidamos que siempre los extremos tienen un punto medio, un lugar de encuentro. ¿Qué parte de culpa tienen los políticos? ¿Y estas campañas desafiantes y groseras? Mucha, en una sociedad demasiado expuesta a la influencia de opiniones y mensajes mediatizados, donde la mentira no se penaliza. ¡Qué complicado es el camino que aguarda! Nuevas elecciones e intentar mejorar, no sería difícil, la complejidad actual. Posiblemente volveremos al cincuenta contra cincuenta. Gobernar con partidos minoritarios, exigentes y sin vocación de gran país, aunque democráticos. Supone el riesgo de que un solo diputado decida el presidente o el proyecto de nación, un solo voto. O grandes acuerdos de gobierno supeditando el bien general al particular.

Jesús Añaños Vinué. ZARAGOZA

Un nuevo orden social

Con 10 años, escuché por primera vez el concepto ‘vacas flacas’. Mi padre anticipaba una crisis durante el gobierno de Felipe González. Mi generación ha estado sorteando crisis desde muy temprana edad; en mi familia, al menos. Algunos niegan que cualquier tiempo pasado fuera mejor y alaban la sociedad actual. Argumentan que nuestros padres no viajaban tanto, el progreso se resume en un billete de Ryanair y pulseras todo incluido. Falsa ilusión y postureo de Instagram. En mi opinión, no estamos mejor que hace 40 años, cuando la clase media trabajadora de este país podía acceder a una vivienda digna cerca de su lugar de trabajo y dormir tranquila sin la amenaza de perder su empleo. Hoy, largas horas en coche y en el metro, vivienda compartida, medicamentos para la ansiedad, soledad, depresión son parte de un paisaje subterráneo en ciudades de cartón orientadas al turismo. Este futuro incierto es el caldo de cultivo para las políticas conservadoras, no solo por parte de los partidos de derecha tradicionales, sino cada vez más por parte de una izquierda que se esfuerza menos en ofrecer alternativas, en contraposición a la derecha y a la ultraderecha, a las cuales utiliza como justificación para mantenerse en el poder. Plantear políticas revolucionarias y audaces puede generar miedo en quienes temen perder lo poco que tienen. Otras claves explican el aumento de simpatías hacia la derecha extrema. Las personas más vulnerables, que deberían tener miedo de perder el escaso escudo social que queda, no se sienten involucradas en la política. Paradójicamente, es precisamente para estas personas para quienes el último gobierno ha legislado más: aumentos del salario mínimo y ayudas sociales. Sin embargo, ellos desconocen que si llega al poder la ultraderecha económica y social ni siquiera recibirán ese paracetamol. Por el contrario, el PSOE ha ‘abandonado’ su mayor nicho electoral, una clase media algo más acomodada pero con mentalidad progresista. En el mundo rural es curioso que las políticas ecológicas las perciban como amenaza y no como oportunidad. Por otro lado, las políticas de igualdad y vinculadas a derechos humanos deben ser una prioridad, pero no un escudo para dejar de hablar de economía o justificar la incapacidad para cambiar las condiciones materiales de la gente. Esta ha sido, usando la papeleta de Sumar por obligación y sin ilusión, la elección más desilusionante de mi vida. Confío en que nuestros hijos tengan la capacidad de rebelarse y no tener miedo, generando un nuevo orden social que finalmente traiga la igualdad.

Alberto Galván Rodríguez. LOARRE (HUESCA)

Lambán y Sánchez

El Sr. Lambán, dentro de lo que hay, no me parecía mal político. Creo que no lo ha hecho mal navegando entre cuatro aguas, además ha ladrado a los vecinos del este y a su jefe. Ruidosos vecinos y visceral jefe. Su última patochada, otra más, es que, siendo presidente europeo, se ha ausentado de una reunión que ha tardado ocho años en convocarse para ir a dar un mitin en el que no han invitado a hablar a Lambán, lo que le ha sentado mal. El Sr. Lambán recoge lo que ha sembrado, no ha seguido al rebaño y ahora es la oveja negra, no le quieren en casa. Por otro lado, está entorpeciendo un proyecto que seguramente interesa a Aragón, forzando a su oponente a pactar con extremistas. ¿De verdad cree que esta es la mejor manera de que le recordemos? ¿De verdad es el mejor servicio que puede prestar a esta tierra? Jubílese con altura de miras, por favor, favorezca la moderación. Ya que no le quieren en casa, a ver si consigue que le queramos fuera.

José Carlos Barrera Valero. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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