Nunca una victoria resultó tan amarga para el PP. Ganar las elecciones no ha sido suficiente para Núñez Feijóo. Las derechas no suman y la palabra bloqueo, pese a la apelación realizada ayer por Feijóo para que se le permita formar gobierno, asoma entre los resultados de unos comicios en los que Pedro Sánchez ha resistido apelando al miedo a la llegada de la extrema derecha. 

El líder del PSOE ha podido con las expectativas de los populares y también con las encuestas, confirmando que para muchos votantes poco importa perder un cara a cara en campaña electoral o mantener los pactos con los independentistas. En consecuencia, la política nacional se instala en la incertidumbre. Sin especiales diferencias entre bloques, gana presencia el convencimiento compartido de que Sánchez, que podría volver a ser presidente pese a no ganar las elecciones, intentará formar gobierno buscando un pacto con sus actuales socios, aunque, en esta ocasión, no cabe duda alguna de que estos elevarán sus exigencias. Porque estas elecciones, en las que para el PSOE ha sido determinante la aportación en escaños del PSC de Salvador Illa, sitúan a los partidos independentistas como protagonistas de una más que posible negociación que solo en caso de fracasar nos llevará a una repetición electoral.

En Aragón, por su parte, la victoria del PP ha sido clara, permitiendo su consolidación como formación más votada –quizá por la decisión de Jorge Azcón de dejar en suspenso su posible pacto con Vox para la DGA–, y propiciando que Teruel Existe, tras los dos diputados populares logrados en la provincia turolense, quede apeado del congreso de los Diputados.

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