Dudas urbanas

Dudas urbanas
Dudas urbanas
Pixabay

Se habla de vez en cuando en nuestras páginas de esa idea de la ‘ciudad de los quince minutos’. En general de manera favorable. Y, ciertamente, los desplazamientos largos y frecuentes en el día a día suponen una pérdida de tiempo, de dinero y de recursos. 

Pero a uno le entran algunas dudas. Una ciudad en la que todo el mundo trabajara en su barrio, estudiara en su barrio, fuera al médico en su barrio, paseara, hiciera deporte, saliera a cenar, fuera al cine o a tomar unas copas, todo en su barrio, ¿sería realmente una ciudad? ¿O sería más bien una mera yuxtaposición de aldeas? Por otro lado, es posible, al menos en teoría, que a quince minutos de cada hogar pongamos un centro médico, un colegio, un instituto, un parque, un polideportivo, que haya a mano tiendas y mercados. Incluso podría haber cerca de cada casa hasta una facultad universitaria, aunque, ¡vaya, nos ha tocado la de Medicina y la chica quiere estudiar Derecho! Pero lo que parece de todo punto imposible es que todo el mundo trabaje durante toda su vida a quince minutos de su casa; o no digamos, que se eche un novio o una novia que viva dentro de ese radio. Salvo que aplicásemos a la economía y a la vida estrictos métodos de planificación soviética, algo en lo que no creo que nadie esté pensando (o a lo peor hay alguien que sí). Entiendo, claro, que la propuesta de la ‘ciudad de los quince minutos’ habrá que tomársela como una tendencia flexible y difusa, y no como un objetivo radical. Pero, según quién y cómo la promueve, muestra que tal vez fluye en la sociedad una corriente de pensamiento que considera que frente a los problemas que genera la movilidad, la solución sería la inmovilidad. Ojo con eso.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Víctor Orcástegui)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión