Colmillo blanco

Los niños perdidos en Colombia, junto a sus rescatadores.
Los niños perdidos en Colombia, junto a sus rescatadores.
Fuerzas Militares de Colombia / Efe

Mis perros-héroes no estaban guiados por razonamiento abstracto, sino por instinto, sensación y emoción, así como razonamiento simple». 

Así describe Jack London, autor de ‘La llamada de lo salvaje’ y ‘Colmillo Blanco’, cómo afrontó sus famosísimos libros con protagonistas caninos. En la novela, Colmillo Blanco es el pequeño de una camada de lobos que hace un difícil camino de integración con sus hermanos perros. Y ahora queremos pensar que Wilson, el pastor belga desaparecido en la jungla de Colombia después de haber sido clave en el hallazgo de los cuatro hermanos perdidos tras el accidente de la avioneta en la que viajaban, está haciendo el camino inverso. Que se adaptará a la selva y podrá sobrevivir aunque no lleguen a encontrarlo los militares que lo buscan.

«Nunca abandonamos a un compañero», escribieron los responsables del operativo de rescate. Es una merecido homenaje a todos los héroes caninos que salvan vidas en todos los puntos del planeta. El milagro de los niños de Colombia ha sido posible por la entereza de la madre que animó a sus hijos a sobrevivir cuando supo que ella iba a morir; a la valentía de Lesly, la adolescente de 13 años que aplicó la sabiduría ancestral de sus abuelos para salvar a sus hermanos; a la capacidad de los militares y de los indígenas para superar sus diferencias y buscar juntos a los niños perdidos en el espacio más hostil imaginable... Pero el final feliz no hubiera sido posible sin Wilson, el perro que encontró a los niños y después sintió la llamada de lo salvaje y emprendió su propio camino.

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