Existencialismo aragonés

Existencialismo aragonés
Existencialismo aragonés
Fiorella Balladares

Los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo son de sobra conocidos. Han dado pie a ríos de tinta y seguirán generando reflexiones de todo tipo, incluida ésta. Agua pasada, cabría decir, pues ahora ya se sabe cómo se han distribuido los votos en cada municipio. 

Y el próximo 17 de junio sabremos cómo quedan las alcaldías. En esto la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, en su artículo 195, es clara: "1. Las Corporaciones municipales se constituyen en sesión pública el vigésimo día posterior a la celebración de las elecciones, salvo que se hubiese presentado recurso contencioso-electoral contra la proclamación de los concejales electos, en cuyo supuesto se constituyen el cuadragésimo día posterior a las elecciones". Así que, en nueve días, estará definido el tablero político municipal para los próximos cuatro años. ¡Y ‘prou’, ya está!… pero no.

Aragón-Teruel Existe ha dejado de ser un movimiento interesante pero más o menos anecdótico

De las cábalas preelectorales hemos pasado a las disquisiciones sobre los pactos posibles, es decir, sobre trasiegos y negociaciones de distinto nivel, afectando al conjunto del territorio. Es otra dinámica. En esta partida se juega la distribución del poder institucional en las comarcas y las diputaciones, sin olvidar el gobierno de nuestro país, de Aragón. Todavía hay mucho por ver. Y si faltaba tensión, se ha sumado el adelanto sorpresivo e intempestivo de las elecciones generales para el 23 de julio. Esto añade una dosis mayor de complicación al panorama, lo cual dilatará decisiones clave. Por ejemplo, el pacto del PP con Vox o con quien se deje. Porque Azcón quiere gobernar en solitario, pero le faltan escaños y lo va a tener difícil. Cosa que saben los demás, en especial Lambán, quien no se lo va a poner fácil.

Más allá de explicar los votos, porcentajes y escaños obtenidos por cada partido y de especular respecto de cómo se articularán las alianzas entre unos y otros, el golpe de efecto introducido por Sánchez ha generado una alteración en la estrategia política del conjunto de los partidos, sobre todo de los perdedores del pasado 28. De esas inercias, se dibujan una trampa y un espejo.

Por un lado, la trampa es la de Sumar. Con eso de aglutinar fuerzas para conseguir que el voto sea útil, el aragonesismo político de CHA está abocado a desaparecer. Mezclarse para perder la marca y el proyecto político propio es una decisión que lastró en su día y lastrará a corto plazo. Esa suma resta fuerza al aragonesismo, pues ese marco ideológico es algo que ni comparten ni tienen los posibles socios.

Por otro lado, el espejo al que mirar y preguntar es el de Teruel Existe. En su caso se han sentido triunfadores; no como deseaban, pues se imaginaban consiguiendo representación en todas partes, pero están orgullosos de tocar poder. Por eso sus decisiones y actuaciones ya no son sólo quejas folclóricas, van a ser escrutadas y analizadas con más detalle.

Su concurso es ya necesario, dentro de los pactos pendientes,
para dibujar el mapa del reparto de poderes en la Comunidad

En este renovado tablero político, el ‘movimiento existencialista aragonés’ –idea prestada por un buen amigo que no quiere ser mentado– ya es una pieza con la que hacer cuentas y contrastar hechos. Ese ‘existencialismo político’ basado en la ‘plorera victimista’ no será suficiente para resolver los problemas y retos existentes. Pues, no es lo mismo prometer futuro que gestionar el presente. Por cierto, ¡ojalá acierten en aquellos lugares donde les toca gobernar! No son muchos, pero son. Y con sus concejales repartidos por el país, junto con sus tres diputados pueden terminar siendo el nuevo ‘clavico del abanico’ o, dicho de otro modo, un actor clave en la gobernabilidad.

Asumiendo el riesgo de un pronóstico equivocado, quizá prejuicioso, la probabilidad de que este existencialismo político aragonés quede desnudo en unos meses es más que alta. Sólo hace falta ver cómo mantienen su página web, cómo informan de lo que hacen y quieren hacer, cómo organizan sus ideas y proponen alternativas, cómo se expresan en público y las trayectorias de sus líderes más insignes. Si tiene tiempo acérquese usted y vea lo que cuentan, escriben y publican. Su debilidad es existencial, en el sentido más propio del término. Traducido al saber popular, valdría aquel refrán de la mata y la patata; también podría servir aquello de que ‘de donde no hay no se puede sacar’. Así que tiempo al tiempo y esperemos que el sanchismo no cause más destrozos.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Chaime Marcuello)

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