Con el fin de las restricciones de movilidad por el coronavirus en la gran mayoría de los países, las aerolíneas están recuperando destinos y frecuencias que se habían suprimido por la crisis sanitaria, e incluso ampliándolos a sabiendas de que han crecido en los ciudadanos las ganas de viajar. 

Así, el aeropuerto de Zaragoza extenderá este verano su oferta de vuelos chárter a una docena de países y tendrá como principal novedad la posibilidad de viajar a Albania. Aunque el número de conexiones no será mucho mayor respecto a las que finalmente llegaron a comercializar las distintas compañías mayoristas el año pasado, se pasa de 14 a 17 salidas especiales, sí hay más diversidad en los destinos, todos internacionales, ya que han aumentado de 7 a 12. La capital aragonesa necesita potenciar sus vuelos para mejorar sus relaciones de larga distancia.

El número de enlaces regulares a la venta por parte de las compañías que operan en Zaragoza todo el año y las que lo hacen únicamente en la temporada estival será similar al año pasado, con medio centenar de salidas a la semana. Lo que crece son el número de vuelos chárter y de destinos internacionales. Las expectativas turísticas para España son muy buenas y eso se nota en el aeropuerto cesaraugustano, que aún tiene mucho margen para crecer como centro de referencia del corredor del Ebro. La capacidad y calidad de las instalaciones aeroportuarias lo permiten.

Las conexiones aéreas, como también las terrestres, son un activo imprescindible por la apuesta que Zaragoza está haciendo con la economía de la logística y la innovación. Un aeropuerto con múltiples destinos y bien conectado con el centro de la ciudad sirve para consolidar la imagen de marca que la capital aragonesa necesita si de verdad quiere competir en la liga europea de ciudades atractivas para vivir, invertir, estudiar y trabajar.