Ciudadanos, la historia más triste

La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, durante la rueda de prensa ofrecida este jueves en el Congreso para anunciar que deja la política
Inés Arrimadas anuncia que deja la política
ZIPI ARAGON

Falta que alguien se decida a firmar el certificado de defunción y a pagar el entierro, pero, en espera de esos trámites, a la vista de lo ocurrido esta pasada semana, Ciudadanos ha muerto. 

El domingo, como se preveía, derrota apoteósica en las urnas que deja a los naranjas fuera de cualquier institución autonómica o local con un mínimo de peso. Y en los días siguientes, la decisión de no presentar candidaturas en las inminentes elecciones generales y la retirada de su rostro más conocido, Inés Arrimadas. Es el fin.

El fracaso de Ciudadanos es una de las historias más tristes que se han vivido en la política española en los últimos años. Por lo menos para los muchos españoles que todavía creen que nuestro país necesita encauzar sus tensiones y dibujar su futuro moviéndose por las aguas intermedias de la moderación y la sensatez y no por las tormentosas de los extremos y la exaltación. Estremece pensar lo diferentes, para mejor, que podrían haber sido los últimos cuatro años de nuestra vida política si en abril de 2019, cuando Ciudadanos obtuvo 57 diputados, su líder de entonces, Albert Rivera, y Pedro Sánchez hubieran pactado un gobierno de coalición de centro-izquierda. Era perfectamente posible, el PSOE y Cs sumaban una cómoda mayoría absoluta de 180 escaños. No quisieron ninguno de los dos, ¡y bien que lo hemos pagado los españoles! Como lo ha pagado caro Ciudadanos, cuya muerte no puede imputarse sino a sus propios dirigentes. La política española cierra una etapa, pero sigue sin salir del marasmo en el que entró en 2016.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión