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Cartas al director de HERALDO: El chivo expiatorio para la inflación

Cultivos de regadío por aspersión en la provincia de Huesca
Cultivos de regadío por aspersión en la provincia de Huesca
Rafael Gobantes

El chivo expiatorio para la inflación

Todos sufrimos la inflación, con el aumento del coste de la energía. Y sube también el coste del dinero para frenar la inflación. Una mezcla explosiva ante la que parece que la sociedad está un poco anestesiada. 

Aunque siempre se encuentra el mismo chivo expiatorio, que nada tiene que ver con la raíz del problema, pero que siempre abre los telediarios creando debate en la opinión pública. Este es el sector agroalimentario, responsable en los medios, día sí y día también, de la subida del coste de la vida por la subida de los alimentos. No interesa contar la verdad, desviando siempre la atención. El precio final de cualquier bien es el resultado de la suma de los costes de toda su cadena de producción, desde su origen hasta su puesta a disposición del consumidor en el mercado de destino, estando este en muchas ocasiones a miles de kilómetros del lugar donde se ha producido. El envasado que tienen los productos agroalimentarios incrementa mucho el coste final, más incluso que el precio que le pagan al agricultor, ya que se prepara bajo unas determinadas condiciones al gusto y demanda del consumidor, que es quien elige, con su impulso de compra, las condiciones en que debe de presentarse en el punto de venta. Somos así de sibaritas. Se deberían fomentar más estructuras potentes de comercialización que hagan más eficientes los costes de toda la cadena alimentaria, desde su origen a destino. Ante la gran sequía que tenemos actualmente nadie se acuerda estos días de la importancia que tienen los regadíos para estabilizar las producciones agrarias, evitando oscilaciones en las producciones debidas a la sequía, por el encarecimiento de los productos según la ley de la oferta y demanda. Si queremos alimentos baratos, necesitamos potenciar los regadíos.

José Antonio Adiego Rodríguez. LUMPIAQUE (ZARAGOZA)

Una espera inhumana

Se predica humanizar la sanidad cuando cada 12 de mayo se celebra el Día de la Enfermería en recuerdo de Florence Nightingale. Pero justamente ese día, Celia, nuestra madre, recién operada de forma exitosa para implantarle una prótesis de cadera, debió esperar y esperar largas horas a que la trasladase una ambulancia desde Traumatología del Servet a la residencia donde vive. Queremos mostrar nuestro malestar por el mal funcionamiento del traslado de personas enfermas en ambulancia desde los domicilios a los centros hospitalarios y viceversa, y apelar a los poderes públicos para que subsanen semejante lacra. Nos sucedió lo mismo el 24 de diciembre de 2021 cuando, superado un ictus, Celia debía ser trasladada al Hospital San Juan de Dios, y en otras ocasiones más, conocedores de este mal funcionamiento, recurrimos al servicio de taxi, abonando el coste, para evitar que una mujer de 80 años, padeciendo una gran dependencia, esperase tantas horas. No es humano que una anciana que ha trabajado duramente tenga que sufrir largas esperas para unos traslados que ella no elige. Como tampoco lo es que otras muchas personas enfermas que tienen prescritos diversos tratamientos ambulatorios sufran estas mismas demoras; y más aún si se trata de fines de semana, vísperas de fiesta, etc. En este tiempo de promesas electorales, no puede olvidarse algo tan necesario como es reparar todas esas esperas, ser más eficientes en el tránsito, ayudar a que la buena labor que realiza la parte asistencial no se pierda en el tiempo de la espera convirtiendo en agridulce lo que puede ser un caso de éxito. A nuestra madre se le dijo a las 12 del mediodía que se iba para su casa, la residencia, pero hubo de esperar hasta pasadas las ocho de la tarde a que viniese la ambulancia a recogerla. Llegó, superado el horario de cenas y visitas, tremendamente fatigada y desanimada, fuera de tiempo. Y eso no es humano. Estamos seguros de que con este escrito comenzamos algo: ayudar a que no haya nadie que deba sufrir la experiencia de nuestra madre, que las ambulancias lleguen en tiempo y hora, que las personas enfermas sean tratadas con humanidad, porque humano es hacer realidad que se minimicen las esperas y se maximicen las sonrisas.

José Julio y Jesús Alberto Gil Pardo. ZARAGOZA

¿Tengo vocación social?

Parece que no hay una explicación de por qué no hay médicos que quieran cubrir plazas de médico de Familia, y menos en entornos rurales. Para explicarlo, propongo lo que Pierre Bourdieu (‘Las formas del capital. Capital económico, capital cultural y capital social’) denomina la economía de las prácticas, ya que «la teoría económica se ha dejado endilgar un concepto de capital a partir de una praxis económica que es una invención del capitalismo (…) reduciendo el universo de las relaciones sociales de intercambio al simple intercambio de mercancías, el cual está objetiva y subjetivamente orientado hacia la maximización del beneficio, así como dirigido por el interés personal o propio». Es decir, se explica desde un enfoque sistémico, como propio, tanto de la influencia de la economía como ciencia social, en su complicidad con el modelo socioeconómico capitalista, así como desde un enfoque individual egoísta. El sistémico tiene difícil solución; pregúntate si tienes vocación social para ejercer tu profesión.

Sergio García Álvarez. ZARAGOZA

Cambio en la ruta del autobús 23

Hace unos días nos vendieron a bombo y platillo, desde el Ayuntamiento de Zaragoza y la asociación de vecinos de Parque Venecia, la ampliación en la ruta del bus urbano 23. Esta ampliación favorece a los vecinos de la plaza San Marcos y sus ‘ruidos’, pero al resto de los vecinos les perjudica, desde entonces, por sus frecuencias a muy primera hora ya que han pasado de 15 minutos a 30, haciendo imposible enlazar con otras líneas para llegar al Miguel Servet a la hora de trabajar. Desde la empresa no nos dan soluciones y el Ayuntamiento nos remite a ellos, fantástico. Por todo ello, gracias, quizás tengamos que volver al coche no priorizando el transporte público.

Javier Alfranca. ZARAGOZA

Actualizar la deducción

Estimada ministra de Hacienda. Ahora que estamos en plena campaña del IRPF, le quiero recordar que desde 2018 quienes tenemos un cónyuge con discapacidad superior al 33% y que no obtenga rentas superiores a los 8.000 € podemos solicitar una deducción. El problema es que si el cónyuge cobra una pensión, esta va subiendo cada año. Pero la Agencia Tributaria no actualiza el límite de 8.000 euros, por lo que cada vez menos personas pueden deducírsela. ¿No cree de justicia que debería actualizarse de cara al año próximo? No creo que la oposición se niegue.

Manuel Vargas Ramírez. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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