Una mina de tierras raras en Indonesia.
Una mina de tierras raras en Indonesia.
Shutterstock / OlliverQueen

Con el título ‘El papel de los minerales críticos en la transición a una energía limpia’, la Agencia Internacional de la Energía publicó en mayo de 2021 un esclarecedor informe. 

Entre otros muchos datos, señalaba que "un coche eléctrico típico requiere seis veces más aporte de minerales que uno convencional y un parque eólico necesita para su construcción nueve veces más recursos minerales que una central eléctrica de gas", en consecuencia, "desde 2010 la cantidad media de minerales necesaria por unidad de potencia eléctrica se ha incrementado en un 50% a medida que aumentaba la inversión en energías renovables". Sobre este trascendental asunto y sobre sus implicaciones geoestratégicas para Europa nos hablaba el decano en Aragón del Colegio de Ingenieros de Minas, Pascual León Marco, en el artículo que publicó el pasado lunes. Nos decía que "las materias primas críticas, en general, han sido las grandes olvidadas de la competición geopolítica de los últimos años". Y como resultado, Occidente, sobre todo la Unión Europea, ha acabado dejando en manos de China el suministro de muchos minerales indispensables. De seguir así, explicaba León Marco, "pasaremos de la dependencia del petróleo y el gas de Arabia Saudí, Estados Unidos y Rusia, a la dependencia de China y otros países para tener baterías o grandes magnetos para turbinas eólicas, y cambiaremos una dependencia por otra". Desde hace muchos años, la minería, incluso la mera exploración de recursos mineros, es vista con desconfianza, cuando no con hostilidad, por parte de la opinión pública española. Si queremos una transición energética efectiva y segura, algo tendrá que cambiar.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Víctor Orcástegui)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión