Alcaldes de pueblos

La Codoñera: pía, plácida, palpitante y lista para soñar
Alcaldes de pueblos
Laura Uranga

Cercanas ya las elecciones municipales, los pueblos y los partidos barajan las candidaturas, tratando de ver quién lo puede hacer mejor. No siempre es fácil que se animen los más capacitados. Los pueblos más pequeños dan lecciones de sentido común a la hora de elegir. 

En algunos lugares se anticipan a las visitas de los partidos y los mismos vecinos buscan el consenso y la unidad. Una vez elegidas las personas deciden en cada legislatura con que marca política les interesa ir, o si van como agrupaciones independientes.

En la prensa han aparecido lugares que hacen una votación previa para componer la candidatura. Como en Valdepiélagos y, más cerca, en Torre de Arcas, en el Bajo Aragón. En los comicios de 2019, en San Martín del Moncayo, de la Comarca de Tarazona, formaron una candidatura con siete personas. Celebrada la consulta popular, la elección se refrendó en las urnas el 26 de mayo, como todos los ayuntamientos de España.

Un sistema de listas abiertas que funciona desde las Transición y que evita la fractura social. Luego deciden qué marca les interesa más para el municipio. Siempre han sido prácticos. Los primeros comicios fueron con la UCD, luego con AP, los terceros con el PSOE, seis legislaturas con el PAR y en 2015 y 2019 con el PP, que repetirán en 2023 tras la consulta popular.

Un sistema que se repite en Santed, en la comarca de Daroca, cerca de Gallocanta. Me explicaba el alcalde cómo procedían. Se juntaban los hombres -esto hace años, claro-, los que reunían las condiciones de edad y salud, unos cuarenta, y pensaban quiénes eran los más adecuados. Luego decidían las siglas, que solían oscilar entre el PAR y el PP.

Por cierto, que el pueblo de La Codoñera, en el Bajo Aragón, ha dado un ejemplo de sentido común y de espíritu agradecido. Se retira María José Gascón, tras 24 años como alcaldesa por el PAR. La Codoñera organizó un homenaje emotivo a los 128 que han ocupado las concejalías desde 1960. La fecha elegida fue 1960, porque fue cuando accedió el alcalde de más edad vivo, Pascual Aparicio, de casi cien años. Una foto de familia de los vivos y de los familiares de los que ya han fallecido se colocará en el salón de plenos, así como las fotos de los siete alcaldes. Eso sí que es una memoria auténtica, de unidad y fraternidad, y no los sectarismos de algunos, para borrar lo que no les interesa. 

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Carlos Sauras)

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