La pobreza infantil aumenta en Aragón y ya afecta o amenaza a uno de cada cuatro menores, según alerta el último informe del Justicia. 

Subraya también que en una década la población de un año de edad ha disminuido un 30% y denuncia las dificultades que persisten para acceder a algunos servicios en el medio rural. La tasa de pobreza relativa en el tramo de 0 a 17 años ha pasado de 21,34% en 2020 a 24,93% en 2021, la más alta en los últimos ocho años. Estos datos habrían empeorado a lo largo del 2022 por el impacto de la inflación en los hogares más vulnerables. La Comunidad y el Estado disponen de legislación y de instrumentos políticos y sociales de intervención, pero es preciso revisar a fondo el actual entramado de prestaciones y articular un sistema integral de ayuda accesible y transparente.

‘Menos infancia, más pobre y con más problemas’. Con esta contundencia resume el Justicia de Aragón el informe anual sobre infancia y adolescencia que este martes ha entregado a las Cortes. Lo cierto es que el incremento significativo de la tasa de pobreza relativa, que se considera cuando los ingresos anuales en un hogar están por debajo del 60% de la mediana (en Aragón esta se sitúa en 10.872 euros), es un dato muy preocupante. Hay realidades sociales, como la de la pobreza infantil, que no son visibles y solo podemos hacernos cabal idea de su extensión a través de las estadísticas.

La pobreza infantil está muy vinculada a la situación de precariedad laboral que viven muchas familias, sobre todo monoparentales. Esta precariedad hace que la vida de los niños sea también inestable, lo que se traduce en peor alimentación, desarrollo físico y rendimiento escolar. La obesidad infantil, por ejemplo, es una de las caras de la pobreza. Urge, pues, atender las necesidades urgentes y las políticas preventivas que inciden en las causas.