Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

Dos mujeres y un destino

Dos mujeres y un destino
Dos mujeres y un destino
Heraldo

La Biblioteca Nacional ofreció el año pasado la exposición ‘Clara Campoamor Rodríguez (1888-1972)’. Con motivo del cincuentenario de la muerte de la que fue una de las primeras abogadas españolas, se mostraba la difícil situación de las estudiantes en las décadas anteriores a la guerra civil. 

Uno de los paneles de la exposición informaba: "Derecho era la facultad con menos alumnas a inicios del siglo XX. Las dos primeras españolas que obtienen el título lo hacen en 1922". Hoy, cien años después de aquellas primeras graduadas, en las facultades de leyes casi siete de cada diez alumnos son mujeres.

Fue el XX un siglo de grandes revoluciones: la social, la científica y técnica, la descolonizadora. El profesor Roberto Mesa, uno de los grandes estudiosos de las relaciones internacionales, decía que estos tres factores habían propiciado la eclosión de una sociedad internacional nueva. Y, efectivamente, en poco se parecen los países de hoy a los de hace cien años. No obstante, de todas las revoluciones acontecidas, ninguna tiene tantas consecuencias como la femenina.

El presidente Xi Jinping le ha dicho Putin que "se están produciendo cambios que no hemos visto en cien años"

Estamos en el siglo de las mujeres Lo han dicho muchas voces autorizadas. Por ejemplo, la filósofa Victoria Camps lo argumentó hace décadas y el escritor Javier Cercas lo ha recordado recientemente: "Más que por la pandemia o por la guerra de Ucrania, nuestra era está marcada por la revolución que ha puesto en marcha una mitad de la humanidad".

En los últimos cien años, las españolas han logrado el derecho al voto en las urnas, se han incorporado de forma masiva a la universidad y al mercado laboral, y sostienen a sus espaldas los dos principales pilares del Estado del bienestar: la sanidad y la educación. Sin embargo, este espectacular avance sociológico no tiene su traslación todavía en el acceso a puestos directivos o de representación, ni siquiera en igualdad de salarios. En el ámbito privado también se mantiene una división del trabajo muy tradicional que carga de tareas a las mujeres.

Los hechos demuestran que la revolución femenina es un proceso que no ha terminado. Por eso hay que saludar todos los avances que se consigan para que no solo haya igualdad formal sino también real. En este contexto, cabe reseñar que estamos a menos de dos meses de las elecciones municipales en Zaragoza y ya tenemos una certeza electoral: la próxima alcaldesa será una mujer. Lo mismo ocurre en Teruel. Luisa Fernanda Rudi fue una pionera en la plaza del Pilar, pero por primera vez las cabezas de lista de los dos partidos mayoritarios son mujeres.

Les falta perspectiva histórica. Las revoluciones centenarias son la social, la descolonizadora, la tecnológica y, sobre todo, la femenina

Natalia Chueca y Lola Ranera empiezan a acaparar ya protagonismo en los medios de comunicación y en la calle porque llegan con muchas ideas y proyectos. De sostenibilidad y tecnología, en el caso de la primera; de movilidad y seguridad, por parte de la segunda. Son personas bien preparadas, dotadas de empatía y sensatez, muy trabajadoras e intuitivas. Les diferencia la raíz de su dilatada experiencia: en la administración municipal (Ranera) y en la empresa privada (Chueca).

Es cierto que las han puesto ahí sus jefes de filas, pero porque ellas son las personas de sus respectivos partidos que más posibilidades acumulan (junto a María Navarro) para alcanzar el objetivo último de toda formación política: ganar las elecciones para poder ejecutar sus políticas.

Que la alcaldía de la quinta capital de España y la de Teruel se disputen entre dos candidatas es tan lógico, en una sociedad de hombres y mujeres a partes iguales, como que dos candidatos se jueguen la presidencia del Gobierno de Aragón. Se trata, como dijo Adolfo Suárez al impulsar la transición democrática en 1976, de "elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es simplemente normal".

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