Arte paliativo
Silvia Fernández Casadevall recibió en Zaragoza, de manos del Rey, el Premio Princesa de Gerona Social 2023. Esta educadora social creó en 2016 lo que hoy es la Fundación Arte Paliativo. Se inspiró en su hermana, que padece una enfermedad rara.
El objetivo de la Fundación es contribuir a reducir el dolor, la angustia y la tristeza en personas que padecen una enfermedad avanzada, mediante el arte, en el sentido más amplio.
Acompañan a enfermos en la última etapa de sus vidas, ayudándoles a que afloren sus sentimientos a través de la música, de la pintura o de la escritura. En 2022 atendieron a 2.500 enfermos. Con iniciativas como esta, quieren reivindicar una medicina "más integradora y humanizada", atendiendo la parte "más emocional, espiritual y social" de las personas.
"Conmigo no cuenten, aplíquenla ustedes". Así concluía su reflexión en HERALDO el doctor Pérez Calvo, internista y profesor de la Universidad de Zaragoza, en torno a la proposición de ley de eutanasia, aprobada entonces inicialmente en el Congreso de los Diputados, en diciembre de 2020. Razonaba su oposición a la eutanasia partiendo de una verdad incuestionable: Nacer y morir son sucesos fundamentales en la persona. "Ambos, decía, afectan a un único individuo singular e irrepetible, merecedor de respeto por el mero hecho de serlo, desde su inicio hasta su fin".
Es necesario profundizar en la cultura de la vida y del cuidado de las personas. Frente a ella se presenta una cultura del descarte, del desentenderse de los problemas de quienes se encuentran en situaciones límites. En el campo de la atención sanitaria se debe planificar seriamente la medicina del cuidado. En la celebración del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, el Consejo General de Enfermería de España reclamaba a las Administraciones "una clara apuesta por los cuidados de los pacientes en cualquier momento de su vida", acercando los cuidados integrales paliativos a quienes los necesitan. Todavía son escasos los medios que se destinan a atender con dignidad a los pacientes en sus domicilios.
Una atención que no se puede descuidar. El Instituto Aragonés de Estadística señala que 83.000 aragoneses mayores de 65 años viven solos. En Zaragoza un 20% de su población supera ya los 65 años y en el conjunto de la población española se espera que dentro de 20 años un tercio de los ciudadanos tenga más de 65 años.
