Sin consenso sobre las pensiones
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha atado en Bruselas y con sus socios de Unidas Podemos un acuerdo para una reforma clave de esta legislatura: la de las pensiones.
El Gobierno se muestra orgulloso de este pacto, a la espera de abrir negociaciones con los agentes sociales. Sin embargo, la patronal ya lo ha rechazado de manera frontal por la subida generalizada de cotizaciones que considera que "mermará los salarios de todos los trabajadores e incrementará los costes laborales poniendo en peligro la creación de empleo". Después de tantos meses de reuniones, el Ejecutivo debería haber logrado el consenso para desarrollar una reforma fundamental para el Estado del bienestar. De hecho, una primera modificación sustancial del sistema ya fue aprobada en 2021 con el visto bueno de sindicatos y empresarios. Ahora no cabe conformarse. Aún hay tiempo para lograr el acuerdo de todas las partes.
El objetivo principal es aumentar los ingresos que recibe el sistema para que sea sostenible. Es una exigencia ineludible. Los sindicatos valoran positivamente la propuesta que el Ejecutivo ha pactado con la Comisión Europea, pero la CEOE considera que "muestra la voracidad recaudatoria del Gobierno" y pone en serio riesgo a las empresas, las pymes y los autónomos. Añade que la propuesta es regresiva porque implica "más años de trabajo, más esfuerzo contributivo y menos pensión".
El plan de la Moncloa es dar margen a los agentes sociales hasta el martes que viene para que estudien la reforma. Posteriormente, se aprobaría por real decreto ley en el Consejo de Ministros. Después llegaría el trámite parlamentario, que el Ejecutivo espera superar con sus socios habituales. No obstante, el Gobierno no debe sacar adelante una reforma tan relevante sin el beneplácito de empresas y autónomos.
