De nuevo las bombas del Pilar

De nuevo las bombas del Pilar
De nuevo las bombas del Pilar
Lola García

Noviembre está siendo amable y hace sol en la mañana otoñal de la plaza del Pilar. Adelina Kondratieva habla con voz suave un español excelente. Es una anciana amable y sonriente, con una melenita corta completamente blanca y los ojos de color azulgris. 

Es rusa y nació en Buenos Aires como Adelina Abramson, en 1917, fecha de la revolución soviética. Tiene ochenta y tres años. Estudió Historia, fue teniente en el Ejército Rojo y sirvió en España como intérprete de los aviadores soviéticos que lucharon contra Franco. Visita Zaragoza en el 2000 y señala: "Las dos bombas que hay en el Pilar sin explotar no pudieron ser lanzadas por el ejército republicano el 3 de agosto de 1936, por la sencilla razón de que, en aquella fecha, no teníamos aviación”. Asombrada, ha preguntado a un sacerdote quien le contesta que sí, que las lanzaron "los rojos". Es "absolutamente imposible. O las fechas están equivocadas o las bombas eran del ejército de Franco", concluye.

El caso de estas bombas revive periódicamente. Ahora, con ocasión de las leyes sobre las ‘memorias’ llamadas ‘histórica’ y ‘democrática’. Alguien ha requerido a la Administración que se quiten de la vista y que se suprima la señal fechada que indica dónde impactó otra más, en la plaza del Pilar. Ya hay respuestas de la directora general de Patrimonio Cultural (DGA) y del Cabildo, titular del templo: las bombas se quedan, pues atestiguan un hecho, sin glosarlo. Y también seguirá la pequeña señal cruciforme, fechada, en la explanada, que es de dominio municipal, por igual causa.

De una lápida adosada al coro mayor del Pilar desaparecerán estas tres líneas iniciales : ‘Civili bello Patria liberata, fel(iciter) parta victoria’ (liberada la patria en la guerra civil y felizmente lograda la victoria), por aludir en términos positivos a la victoria ‘nacional’. El Cabildo procederá a su supresión. Todo normal.

La legislación aragonesa sobre los recordatorios públicos de la guerra civil y el franquismo trae a la actualidad las dos bombas arrojadas sobre el Pilar en 1936

¿Quién fue?

Menos normal es decir en 2023 que la autoría del bombardeo es discutida. Se insinúa que fue una artimaña franquista, aunque la autoría se conoce con detalle. El bombardeo fue celebrado con grandes titulares, en la primera plana de ‘La Solidaridad Obrera’ (‘La Soli’) el diario anarquista más importante de Barcelona y, acaso, de España. En este y otros diarios se dijo que desde las torres del Pilar salían disparos, por lo que "fue dada la orden de bombardear el citado templo, cosa que ha sido efectuada. Los pilotos que bombardearon pudieron observar que del interior del templo salían precipitadamente cantidad de personas uniformadas, lo que hace creer que las reuniones, una vez bombardeados los cuarteles, se celebraban en el interior del templo" (en el diario ‘Última Hora’, propiedad de Companys, periódico lastimoso).

El avión que bombardeó el Pilar era un Fokker trimotor F-VII, pilotado por Manuel Gayoso Suárez. Servía en las Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE), con matrícula EC PPA. Hay fotos de ese aparato. Dice al aviador republicano Maluquer Wahl: "Para el ataque nocturno [a Zaragoza] se preparó especialmente el aparato con el fin de reducir la visibilidad del resplandor de los escapes del motor durante el vuelo de noche. De fábrica, sus motores en estrella, de nueve cilindros, llevan nueve tubos de escape por motor. Los mecánicos del Prat construyeron un solo tubo de escape colector por motor, que recogía el de los nueve cilindros. Disminuyó así evidentemente el número de llamas de escape visibles por la noche". Hay fotografías de ese avión antes y después de ser transformado con las extrañas prótesis sujetas al fuselaje que lo convirtieron en ‘bombardero a mano’. Aún llevaba los símbolos y letreros de la compañía de correo aéreo.

Así equipado, partió el F-VII de El Prat a las 01.30 del 3 de agosto, con luna. Y añade Maluquer: "La noche anterior ya había despegado con destino a Zaragoza, pero tuvo que regresar por avería, al desoldarse uno de los colectores de escape recién instalado". Fue el primer bombardeo nocturno de Zaragoza y Gayoso voló "a muy poca altura: a unos 150 metros". Soltó las cuatro bombas de 50 kg, de las que dos cayeron en el templo del Pilar pero no explotaron, cosa que dio lugar a muchos comentarios, llegándose a hablar de milagro. "La tercera bomba, que tampoco explotó, cayó en la plaza, delante del templo, y una cuarta cayó en el Ebro".

Está documentado que, de las tres bombas caídas sin estallar, una se hizo explosionar en descampado. Y la segunda, desmontada por los artificieros de Zapadores, sirvió a Maquinista y Fundiciones del Ebro, empresa local dirigida por Miguel EIizalde, para producir varios miles de ejemplares para el bando franquista.

Consta quién bombardeó el Pilar. Adelina, en su orgullo nacional, creía que sin las alas rusas la República no pudo bombardear aquel agosto Zaragoza. Lo hizo. Y también Palma. Y Oviedo. Lo contó la prensa republicana. Y a la viejita soviética se le olvidó.

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