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Cartas al director de HERALDO: Los cambios en las ponderaciones del IPC

Las medidas propuestas para frenar el encarecimiento de la cesta de la compra despiertan recelos e inquietud entre los productores.
Los cambios en las ponderaciones del IPC
Pixabay

Los cambios en las ponderaciones del IPC

Cada uno de los doscientos tipos de productos analizados mensualmente para calcular el IPC tiene un peso en la cesta de la compra para ponderar el precio de cada artículo en la construcción del índice por grupos –doce, comunes en la UE– y para el cálculo del IPC total de cada mes, y su evolución interanual. 

Como todos los años, el INE acaba de publicar la actualización de las ponderaciones del IPC para 2023 por grupos y su adaptación al efecto covid, en un proceso extraordinario. Desde 2015 hasta 2020, la revisión de la ponderación de los doce grupos era mínima –lo normal es que no hubiera variaciones de más del 2%– respecto al año anterior. En 2021, después de la pandemia, creció mucho el peso de los alimentos y las bebidas alcohólicas y bajaron mucho el transporte y el ocio, por el confinamiento. En 2022, bajaron casi todos los grupos –entre un 3% y un 6% menos– y creció por encima del 10% el peso de la sanidad y los restaurantes. Sin embargo, para 2023 en la mitad de los grupos se producen variaciones superiores al 24% respecto al año anterior, lo que resulta bastante extraordinario. A bote pronto, llama mucho la atención que la ponderación de los alimentos baje un 13%, que la de la vivienda –que incluye electricidad y gas– baje un 11%, que la de las comunicaciones baje un 9% y que la de la ropa baje un 35%. Y también es muy llamativo que en los grupos de bebidas alcohólicas y tabaco, ocio y cultura, enseñanza y otros bienes y servicios –que incluye seguros y cuidado personal– crezca la ponderación por encima del 24%. Pero la guinda del pastel es la sanidad: su peso en la cesta de la compra crece un 35%. ¿Realmente han cambiado tanto los hábitos y la cesta de la compra por la covid? Al IPC de 2023 no lo conocen ni en su casa, porque ya no es directamente comparable al IPC de 2022.

José Manuel Solá. ZARAGOZA

Los túperes y el cordón umbilical

Hace unos años era muy común llevar el almuerzo, la tortilla de patata, la comida en general en una fiambrera, recipiente consistente, hermético. Hoy el recipiente más usual es el túper, de plástico en la mayoría de los casos y muy frágil. Se ha convertido en un envase casi imprescindible y usado en muchas situaciones: para llevar comida los escolares (sobre todo ahora que se cuestionan tanto los menús de los colegios), en los trabajos, en los bufets (para llevarse lo que sobra). Pero por encima de estos usos están los túperes de mamá, de esa madre abnegada que se resiste a romper el cordón umbilical, reforzándolo todavía más. Ese cordón umbilical que muchas veces es de kilómetros de largo, ya que se puede extender hasta los puntos más distantes de la península y en ocasiones por Europa, lleno de calorías, de proteínas para que los hijos estén bien nutridos. Y es que no hay nada como las comidas de una madre, porque son recetas llenas de amor y sabor, y los hijos son conscientes de que nada te hace recordar tanto a tu propia casa como la cocina de mamá, en realidad como el amor de una madre. Y los hijos van a sus casas, a sus destinos, con esa liviana carga, con esa apetitosa mochila, y la madre es feliz y se siente agradecida con ese arrumaco por parte de ese hijo. El cordón umbilical sale fortalecido y tanto la madre como el hijo lo sienten y el padre percibe con satisfacción ese sentimiento. "Eso es amor, quien lo probó, quien lo vive lo sabe".

Mariano Aguas Jáuregui. ZARAGOZA

El poder sanador de la escritura

Después de unos días de no encontrarme bien, me está siendo difícil seguir las rutinas cotidianas. Esto me ha servido para darme cuenta de lo frágiles que somos. Normalmente pensamos que el dolor, la enfermedad y la muerte son lejanos. Hace falta atravesar una situación adversa para ser conscientes de nuestra vulnerabilidad. Para no caer en el desánimo, he compartido la frase del escritor argentino Jorge Luis Borges, quien dijo que no pasaba un día en que no estuviéramos un instante en el paraíso. Y me he puesto a buscar mi propio paraíso escribiendo. La escritura me ayuda a trascender el dolor y conseguir ver con distancia lo que me está pasando. Escribo para manejar los pensamientos negativos y ser capaz de corregirlos. Y ahora me acerco a mi paisano, natural de Aragón, Manuel Vilas Vidal en su novela ‘Ordesa’, donde expresa que cuando uno es capaz de verbalizar o de dar nombre a lo que le duele o le causa cierta turbación se produce una sanación inmediata.

Gema Abad Ballarín. REUS (TARRAGONA)

Pruebas denegadas por razón de edad

En el HERALDO del 29 de enero, en el apartado ‘Frases del día’, publicaron una de la consejera de Sanidad en la que manifiesta: "Algunas técnicas o indicaciones quirúrgicas se podrían evitar si diésemos un tratamiento conservador al paciente". Viene esto en base a que una cosa es lo que piensa la consejera y otra lo que hace. Desde que cumples los 70 años te ponen pegas para efectuarte determinadas pruebas médicas, pero desde que cumples los 80 directamente te las niegan. ¿Qué ocurre, que nos tenemos que morir en un rincón de asco? ¿Por qué si dice una frase como la publicada no me efectúan controles de adenoma de próstata, valvulopatía (corazón) o digestivos por tener 80 años? Dos cositas. Primera: estaríamos mejor si los señores Sánchez y Lambán no estuvieran en los gobiernos. Segunda: el socialismo es especialista en gastar el dinero que no tienen y además mal gastado, como lo demuestra la nefasta situación económica y que, a pesar del dinero de Europa, tenemos la mayor deuda de la historia. ¿No son capaces de entender que nos están devorando los intereses que hay que pagar? Otra incongruencia más. Reciba un cordial saludo de una familia de votantes.

José Luis Salvador Murillo. ZARAGOZA

Violencia en la infancia

Están aumentando los casos de violencia. Es especialmente preocupante la que se les inflige a los niños. Aumentan el ‘bullying’, el ciberacoso, las burlas en las aulas. Y además hay críos víctimas de sus familias. Hay veces en que los padres les golpean, les insultan, les humillan y les tienen en el medio de la pareja. Otros cometen negligencias en su cuidado y alimentación o se desentienden de ellos y de su educación. No hace falta ir al tercer mundo para ver niños en malas condiciones. Algunos sufren violencia sexual también y las heridas con las que crecen son muy grandes y no pueden verse a simple vista. Son heridas psicológicas que se manifiestan de muchas formas. No podemos consentir que haya niños víctimas de adultos ni de sus iguales. Demos la voz de alarma si sabemos de algún caso.

Carmen García Morán. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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