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  • EDITORIAL

Saura, el talento de la libertad

Carlos Saura, al recibir el Premio Aragón en el año 2000.
Carlos Saura, al recibir el Premio Aragón en el año 2000.
Carlos Moncín / HERALDO

Carlos Saura deja tras de sí una larga trayectoria artística que convierte al director aragonés en una de las grandes figuras no solo del ámbito de la cinematografía sino de la cultura española en general de la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del XXI.

 Las películas de Saura, con una enorme variedad de estilos y temáticas, pero siempre con un sello personal y realizadas desde la libertad, reflejan la historia y la realidad social de nuestro país, pero también la profundidad de lo humano y la esencia del cine como arte.

Era Carlos Saura un trabajador infatigable, siempre en acción, siempre con ideas y proyectos en marcha. Y puede decirse que la muerte lo ha sorprendido en plena actividad profesional, cuando acababa de estrenar su documental ‘Las paredes hablan’ y una obra de teatro musical dedicada a Lorca. Y -en un curioso gesto del destino- en vísperas de recibir el aplauso del mundo del cine por un Goya de Honor que seguramente le debería haber sido concedido hace mucho tiempo. Porque la aportación de Saura al cine español, con una amplísima repercusión internacional, es monumental, con más de cuarenta películas entre las que se cuentan algunas de las mejores y más representativas de los últimos sesenta años. 

Decía Saura que nunca se había embarcado en ninguna película en la que no tuviese absoluta libertad creativa, y es cierto que incluso bajo las circunstancias de la dictadura franquista supo decir lo que quiso, eludiendo la censura con alegorías, simbolismo y un lenguaje sutil. Esa libertad le llevó a desplegar su talento sin encorsetarse, con enorme versatilidad. Como ha dicho la directora Paula Ortiz, su estilo son mil estilos, porque Saura exploró con maestría un gran abanico de las posibilidades expresivas del cine.

Consideraba Saura a Luis Buñuel como uno de sus maestros, y sin duda bebió en las poderosas imágenes de Goya, cuya vida y obra abordó en dos películas. En 2008, contribuyó a las celebraciones de la Exposición Internacional de Zaragoza con el documental ‘Sinfonía de Aragón’ y en 2016 estrenó ‘Jota’, que ensalza el más popular de los registros de la música aragonesa. Los aragoneses perdemos pues a uno de nuestros paisanos más ilustres, que mantuvo siempre el contacto y las raíces y que hace apenas dos meses declaraba a HERALDO que «Huesca -donde nació- es el centro del universo».

La gala de los Premios Goya debe servir esta noche como homenaje a uno de los grandes cineastas de nuestro país, que se ha marchado después de una larga y fructífera vida artística y cuando el cine español vive un momento de ilusión, con nuevos talentos y buenas películas. El ejemplo de esfuerzo profesional, honestidad intelectual y libertad creativa que deja Carlos Saura bien puede servir de referencia y de inspiración.

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