Redactor de HERALDO DE ARAGÓN en la sección de Deportes

Crear felices recuerdos

Crear felices recuerdos
Crear felices recuerdos
Pixabay

Me chirría y la detesto. Es una de esas expresiones que urge desterrar por incompresible, absurda y falsaria. Me refiero al afán por "crear recuerdos", que quiero atribuir a una mala traducción del inglés porque –confieso– la primera vez que la escuché fue en el ‘reality’ de las Kardashian. Cultura de altura. Lo sé.

¿En qué consiste eso de ‘crear recuerdos’? ¿Acaso se puede forzar la máquina cerebral para convertir una experiencia en algo memorable? Estoy seguro de que he vivido momentos geniales que apenas han dejado huella en mi cabeza y, de la misma manera, sé que mi memoria guarda caprichosamente bobadas que no van a ningún lado como malsonantes expresiones de pijas de origen armenio.

Por no aferrarme a Kim y Khloé, leo a un sesudo estudioso del Instituto de la Felicidad de Copenhague –ahí es nada– que ha publicado un libro con consejos para "fabricar recuerdos bonitos y almacenarlos en el cerebro". Pero... Vamos a ver... ¿No es eso un sinsentido? ¿No es un estrujar de mala manera el ‘misterwonderfulismo’? Dice el exégeta que para crear momentos felices, por ejemplo, hay que ir una vez al año a un lugar al que no se haya ido nunca. Bueno, nunca he estado en la Cañada Real, pero veo a Gloria Serra y no me apetece mucho, la verdad.

Los consejitos del listo danés me hacen preguntarme si seré un amargado, y sí, tengo muchas papeletas porque sus "ejercicios para construir instantes inolvidables" me provocan urticaria. Quiero ser un amargado y, también, un desmemoriado. Creo que la capacidad de olvidar es un arma potentísima. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión