Inversiones pendientes
En pleno año electoral, Aragón reclama al Gobierno central una sede de una agencia estatal, acelerar las inversiones en infraestructuras, garantizar el transporte público en un territorio disperso y compensar el esfuerzo productivo de renovables. A pesar de que los Presupuestos del Estado para este 2023 prevén una inversión que rondará los 550 millones de euros, un 4,8% más que el anterior, el ritmo de las principales obras en marcha se ralentiza y escasean los nuevos proyectos. Las cuentas del Estado se basan en que las comunidades más financiadas sean las que registran mayor población (Cataluña, Andalucía y Madrid); sin embargo, no deben atender exclusivamente a criterios demográficos sino también a principios políticos como la igualdad de todos los españoles y la lucha contra la despoblación.
Más allá de los Presupuestos del Estado, Aragón pide hacer realidad las promesas de los sucesivos gobiernos centrales con la Comunidad. A día de hoy, las principales obras viarias, como la A-68 o las autovías de Huesca, demoran su finalización, mientras que los proyectos de la A-24, la A-40 o la A-25 apenas cuentan con partida para avanzar en su ejecución; también sigue pendiente la segunda estación de AVE en Zaragoza y la ampliación de la de Huesca; la conexión entre Teruel y Madrid sigue sin fecha, al igual que la renovación de varios tramos de la línea del Canfranc; se sigue a la espera de la adjudicación de una sede estatal, como la Agencia Espacial a la que optaba Teruel, y de la ampliación del Museo de Zaragoza. Sin avances en la reforma de un sistema de financiación autonómica que, hoy por hoy, daña a los territorios más despoblados y envejecidos como Aragón, el Gobierno central debe asumir su responsabilidad en buscar un equilibrio inversor entre la España interior y la periférica.
