Transporte público sin mascarilla
Aragón ha atendido a 21.777 pacientes covid en los hospitales de la Comunidad y 1.799 han sido derivados a las unidades de cuidados intensivos desde que se desató la crisis provocada por el coronavirus, hace casi tres años. A tres días de que, según lo previsto, los aragoneses y el resto de los españoles puedan quitarse la mascarilla también en el transporte público, los técnicos constatan que, aunque la enfermedad no ha acabado, sí que empieza a comportarse como otros procesos respiratorios. El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, sostiene que «se ha aprendido, hemos conocido los mecanismos de patogenicidad del virus y cómo se comporta, aunque aún hay seguir investigando». Se inicia, pues, otra fase de la pandemia en la que Aragón se acerca a la antigua normalidad sin descuidar la seguridad de los más vulnerables
El Consejo de Ministros del próximo martes modificará el Real Decreto que regula el uso de la mascarilla en los espacios públicos, algo que previsiblemente entrará en vigor al día siguiente, cuando se publique en el BOE. Se mantendrá su obligatoriedad solamente en centros y servicios sanitarios, en las farmacias y en los botiquines, así como en los centros sociosanitarios. Resulta una medida sensata puesto que las hospitalizaciones por covid están en mínimos desde el comienzo de la pandemia.
El sistema sanitario aragonés, como el de prácticamente todo el planeta, ha tenido que hacer frente desde los primeros días de marzo del año 2020 a una elevada presión asistencial, que ha puesto a prueba la capacidad de los hospitales y centros de salud y ha obligado a reorganizar los recursos y a habilitar nuevos equipamientos. El resultado de este esfuerzo se visualiza en el avance hacia la plena normalidad, que ya está aquí. Debe venir acompañada, eso sí, de la máxima seguridad y vigilancia posibles.
