Por
  • Alfonso Lahuerta

Inteligencia artificial creativa

Inteligencia artificial creativa
Inteligencia artificial creativa
Heraldo

Hace no mucho tiempo se hablaba de la inteligencia artificial (IA) como algo más propio de la ciencia ficción que de una realidad cotidiana. Pero en cuestión de unos pocos meses todo el panorama mundial ha cambiado radicalmente.

Sin duda alguna, estamos asistiendo a una revolución tecnológica como en su día lo fueron internet o la telefonía móvil. Y es una revolución silenciosa, que está siendo adoptada en casi todos los ámbitos conocidos. Algunos ejemplos donde la IA está ya estandarizada: las cámaras de nuestros móviles que nos permiten realizar fotografías increíbles, sin saber apenas nada de la técnica; automóviles con conducción autónoma; efectos especiales que modifican la cara de un actor en tiempo real; traducción de textos en varios idiomas; y así un largo etcétera. Los hay hasta algo más exóticos, como la voz original de Darth Vader (James Earl Jones, de 91 años) que ha sido digitalizada e incorporada a una IA para su uso en el futuro.

Pero, aun así, todavía había una frontera considerada ‘humana’. La ‘creatividad humana’ ha sido siempre un santo grial… y es cierto que hasta no hace mucho la forma de actuar de una IA era más parecida a simples algoritmos que manejaban ingentes cantidades de datos (como Deep Blue cuando venció al ajedrez o incluso, no hace tanto, Watson de IBM), pero hoy en día la sofisticación de esta tecnología ha conseguido que –casi de repente– las IA puedan –literalmente– crear imágenes, textos, vídeos… y que lo hagan con un nivel tan fascinante que resulte difícil poder creer que no hay truco detrás de ello. Dall-e, Midjourney, Stable Difussion, Vall-e, Pa LM… son solo unos pequeños ejemplos de lo que está ocurriendo. Y es que el año 2022 será recordado como la explosión cámbrica de las IA generativas.

El 2022 será recordado como el año de la ‘explosión’ de la inteligencia artificial creativa

Hay quienes tratan de trivializar el éxito de algunas IA o, al contrario, de exagerar sus logros, pero no importa. Es cuestión de tiempo. Hoy, el avance es exponencial en todos los ámbitos: medicina, biología, física, educación, energía, fabricación, etc. Hasta tal punto ha sido el grado de avance, que este mismo mes se ha logrado que una IA apruebe el examen final para ser médico en Estados Unidos (algo absolutamente impensable hace muy poco tiempo).

Pero decir que está todavía en un estado embrionario es quedarse realmente corto. Si no, imaginen aquellos gigantes teléfonos móviles de antaño, o los monitores monocromos, o aquellos viejos y ruidosos módem para conectarse (vía teléfono) a internet… Y es que lo realmente impresionante no es lo que hace hoy en día la IA, sino la increíble evolución que va a sufrir dentro de los próximos años.

Por primera vez desde hace dos décadas se habla de cómo reinventar los buscadores (Google parece obsoleto ante sistemas como Chat GPT). Las paredes de los nuevos reactores de fusión nuclear han sido diseñadas –específicamente– por una IA (y mucho mejor que los tradicionales). Hace poco se ha conseguido encontrar nuevas formas de diseñar proteínas, de detectar enfermedades en radiología, de crear y modificar imágenes con una simple descripción de lo que se desea obtener… y así podríamos enumerar miles de ejemplos más.

Y esta tecnología va a desarrollarse de manera exponencial en los próximos años

Y para hacernos una simple idea de la velocidad de adopción: Netflix necesitó tres años para conseguir un millón de usuarios; Facebook tardó diez meses; el iPhone, 74 días... y la nueva IA de Open AI, Chat GPT, ha necesitado tan solo cinco días para alcanzar esa cifra.

Pero no deberíamos comparar la inteligencia humana con una simple IA, pues ésta no deja de ser una compleja máquina (¿como nuestro cerebro?) con grandes datos de entrada (¿como nuestros recuerdos?) y un sofisticado nivel de aprendizaje (¿como nuestra propia vida?). Y es que, en el fondo, estamos tratando de replicar el funcionamiento de nuestra inteligencia para poder aplicarla a tareas más complejas, más rutinarias y más colosales. Bienvenidos a una nueva era.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión