Aragón se urbaniza

Más de la mitad de los municipios de Aragón (el 56%) han incrementado su población durante el periodo comprendido entre los años 2019 y 2022, al mismo tiempo que el fenómeno de la despoblación sigue haciendo mella en amplios territorios de la Comunidad. Especialmente llamativo es el crecimiento de 15 de las 17 ciudades de más de 8.000 habitantes. Solo Zaragoza y Calatayud pierden población, pero lo hacen de manera ínfima y, al menos en la segunda, ya lo ha recuperado. La tendencia demográfica es que se vacían los pueblos y se llenan las ciudades, que es también donde viven la mayoría de los españoles: más de dos de cada tres habitantes se concentra en el 1% de la superficie del país. Es preciso, pues, atender mejor la habitabilidad de las urbes y, por otra parte, potenciar las políticas para paliar el vaciamiento del medio rural.

Los datos de los tres últimos años demuestran que Cuarte de Huerva, Caspe, Binéfar, Jaca y Monzón son las localidades que más vecinos han atraído. Todos estos casos se explican, en mayor o menor grado, por el auge económico que están viviendo estas poblaciones a causa de la instalación o la ampliación de algunas empresas. Está demostrado que la brecha económica alienta la despoblación del mundo rural. Por ello, una de las prioridades que exige más atención y recursos es evitar que siga creciendo la falta de oportunidades en el campo frente a la ciudad.

Hay que tener presente que la variante económica está íntimamente vinculada al crecimiento de las ciudades, tanto grandes como pequeñas, y al fenómeno de la despoblación, siendo a la vez causa y consecuencia en una suerte de círculo virtuoso imposible de frenar si no se toman medidas al respecto. Mejores salarios, más servicios y más posibilidades de ocio se convierten en un potente imán para atraer a las generaciones más jóvenes.