¿Qué crisis?

La difícil situación creada por la agresión rusa a Ucrania, llevó a prever una crisis económica importante. Aunque se ha recortado profundamente el crecimiento de todos los países, la economía internacional, que apenas estaba recuperándose de los efectos de la covid-19, resiste mejor de lo que podíamos anticipar. En España las cosas tampoco han ido tan mal. Según ‘The Economist’, los países mediterráneos europeos son los ganadores en una evaluación global sobre resultados económicos en 2022 entre los 32 más ricos, con Grecia a la cabeza y España en cuarto lugar. ¿Por qué la ha ido tan bien a España en términos relativos? El consumo ha resistido, quizás sustentado en parte en la bolsa de ahorro acumulada durante el confinamiento y la pandemia. El sector exportador, nuestro gran éxito desde 2008, ha mantenido el tono. Finalmente, el Gobierno ha intervenido decididamente y lo ha hecho relativamente bien. Ha acertado con medidas para compensar la difícil situación, sosteniendo rentas, tratando de evitar una inflación desbocada y con políticas que tenían una intención redistributiva, paliando la situación de los más desfavorecidos. Pero las medidas han tenido inicialmente un claro toque de improvisación y falta de selectividad, que se ha ido corrigiendo. A corto plazo han sido efectivas, a largo plazo tendremos que pagar su coste. Cuando escampe, habrá que compensar también a los más de 20 millones de españoles que han perdido poder adquisitivo por el escaso incremento salarial ante la fuerte inflación.