Por
  • Fernando Sanmartín

¿Feliz Navidad?

Ambiente en El Tubo después de la Ofrenda de Frutos.
¿Feliz Navidad?
Heraldo.es

La vida está llena de preguntas. 

Y todos hemos respondido a muchas, tal vez a demasiadas. Nos han preguntado si deseamos ir en un vagón de tren silencioso, cómo queremos el corte de pelo o si somos alérgicos a la penicilina. También si preferimos vistas al mar o a la montaña, cuando lo que perdemos de vista es lo que hay dentro de nosotros. Nos han preguntado si nos gusta la Navidad o, en un ascensor, a qué piso vamos. Y hay una valla en Melilla que para mí es una pregunta inmensa.

Pienso en Robinson Crusoe y en las preguntas difíciles que un náufrago puede coleccionar. Pienso, fuera de la literatura, en Bill Clinton, caradura de teleserie, al ser interrogado por sus prácticas sexuales en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

¿Cuándo subirá el Real Zaragoza a Primera División? Ahí hemos dado. Pero hay otra que no puedo dejar pasar: ¿Dónde queremos que nos pille el fin del mundo: en una playa de Malibú o en el Tubo zaragozano? Y en julio siempre me hago esta: ¿Se puede ser abstemio en San Fermín? Una vez leí que al director de un periódico andaluz, tras enseñarle la redacción a García Márquez, le salió de pronto: "Y ahora, ¿quiere mear o algo?".

El otro día, en mi gimnasio, había una pareja en un banco de musculación. Él le preguntó a ella: "¿Me quieres?". La respuesta fue un beso fugaz y él, un tipo con musculatura de bombero, se colocó más peso en la barra y en el alma.

A pesar de todo, hay preguntas para las que no estamos preparados o que no nos han hecho nunca. A mí, por ejemplo, sí me gusta mi número de teléfono.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión