Sosiego y responsabilidad
El pleno del Tribunal Constitucional (TC) debería resolver hoy si frena la tramitación parlamentaria de los cambios en el Poder Judicial y en el propio TC, aprobados por el Congreso el pasado viernes y pendientes de votarse en el Senado el próximo jueves, a riesgo de provocar una crisis institucional sin precedentes en la etapa democrática. La incapacidad del PSOE y del PP para lograr un pacto político para renovar los órganos jurídicos ha acabado tensionando al TC y al Poder Judicial. El recurso de amparo del PP al Constitucional para que suspenda la votación en el Senado erosiona los procedimientos democráticos. Del mismo modo, el Gobierno está ejecutando una tramitación legislativa que no es acorde con la relevancia de las reformas impulsadas. Los partidos constitucionales deben frenar esta deriva desestabilizadora. Es su responsabilidad ante los ciudadanos.
El PSOE y el PP han elevado la presión ante la sesión del Tribunal Constitucional más delicada en años, con la mirada puesta en dos plenos más: el del Consejo General del Poder Judicial, el martes, y el del jueves en el Senado. Nadie discute que es necesario desbloquear el funcionamiento de las instituciones ejecutando su renovación conforme a la ley, pero nadie comparte que se haga de forma precipitada y sin todas las garantías.
La creciente polarización de todas las instituciones, incluidas las garantes de la Carta Magna, arrastra al sistema. El Gobierno, en primer lugar, y con él los otros partidos y los demás poderes del Estado deben acabar con la actual crispación política. La sociedad española no se merece esta irresponsabilidad por parte de sus representantes, elegidos en las urnas pare resolver problemas, no para crearlos. Al inicio de una semana muy tensa, se impone bajar el tono y actuar con tanto sosiego como inteligencia.
