20 años en la A-68

El tramo Gallur-Mallén, este jueves, nada más abrirse al tráfico unos minutos antes de las tres de la tarde. Toni Galán
20 años en la A-68
Toni Galán

Aragón ha sufrido un maltrato histórico en la realización de sus infraestructuras de comunicación. 

Sería deseable que esa deuda se saldase cuanto antes acelerando las obras pendientes. Desgraciadamente no es eso lo que podemos deducir de los Presupuestos del Estado para el 2023 que el PSOE aprobará con sus socios.

En los tramos de la Autovía y Nacional 232 que van de Zaragoza a Alcañiz las obras se ralentizan, según las previsiones del Gobierno. No se iniciará ningún otro tramo hasta 2024 y en las obras en curso del tramo El Burgo-Fuentes, que se deberían abrir en 2023, se retrasará su puesta en marcha hasta 2025. Las protestas de ayuntamientos, de comarcas y de representantes sociales no se han hecho esperar. El periódico ‘La Comarca’, de Alcañiz, titulaba su editorial: "Que no tengan que pasar otros 20 años", refiriéndose a que el único tramo en servicio, entre Zaragoza y El Burgo, se inauguró en 2003.

Si se avanza hacia el Mediterráneo, se produjo la adjudicación de la redacción del proyecto para el siguiente tramo, de Fuentes de Ebro a Quinto, con una longitud de 15 km. El tramo de la A-68 entre el Regallo y Alcañiz no se ha sacado todavía a concurso. A este ritmo de ejecución, es difícil que una buena parte de los actuales usuarios de esta infraestructura la vean terminada.

En las cercanías de Zaragoza, se espera que en 2024 esté en funcionamiento el paso subterráneo que permitirá la entrada directa a la capital por la A-68 evitando la rotonda del Cuarto Cinturón. El Ministerio de Transportes acaba de licitar las obras, con un presupuesto de 23 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses. Esa glorieta tiene un intenso tráfico, casi 28.500 vehículos de media diaria, lo que produce accidentes y retenciones, a veces kilométricas.

En el enlace de la A-68 con Navarra faltan los últimos cuatro kilómetros desde Mallén. El tramo entre Gallur y Mallén se abrió este septiembre, en una carretera que soporta más de 11.000 vehículos diarios. La autovía, como señalan los alcaldes de la zona, "ha llegado muy tarde". Desde 1998 esos tramos se han cobrado 104 vidas. Desde 2009 han fallecido 30 personas en accidentes. Más de la mitad han sido de dos pueblos: Mallén, con 10 muertos, y Pedrola, con 8. En ese período ha habido también 4 víctimas de Luceni, otras 4 de Gallur, 3 de Magallón y 1 de Boquiñeni.

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