Otro punto caliente en la sanidad
Mientras crece la presión en los servicios de urgencias de los hospitales de la Comunidad, a causa de las enfermedades respiratorias, el Infantil de Zaragoza, con las urgencias pediátricas saturadas, se ha convertido en un nuevo punto caliente de la sanidad aragonesa.
Al margen de las medidas coyunturales necesarias para superar el pico de infecciones, parece claro que hay que plantearse una amplia revisión del sistema sanitario y sus necesidades.
Las unidades pediátricas de cuidados intensivos en el Hospital Infantil del Miguel Servet llevan días desbordadas. La causa inmediata es el aumento estacional de infecciones respiratorias, que ha obligado también a reprogramar algunas operaciones previstas para este lunes en el hospital general. Pero la cuestión de fondo que hay que plantearse es si el Infantil, centro hospitalario de referencia en Aragón para el tratamiento de menores, cuenta con los medios necesarios para atender las necesidades de la población, incluyendo picos epidémicos que se producen, con mayor o menor intensidad, todos los años. Se ha dado incluso la lamentable circunstancia de que el Hospital haya rechazado, por falta de camas, atender a niños con síntomas graves, que han tenido que ser trasladados a centros de otras regiones. Las medidas que se van a tomar ahora paliarán seguramente la situación, pero queda la impresión de que la Administración sanitaria va por detrás de los acontecimientos. Mientras tanto, se mantienen en buena medida los problemas de la Atención Primaria, que se sufren también en otras comunidades autónomas. No puede negarse que la sanidad pública aragonesa, y también la española, se enfrenta a una crisis que es necesario abordar con rapidez para evitar un mayor deterioro y la pérdida de confianza del ciudadano en el sistema. Los gobiernos autonómicos tienen la responsabilidad de gestionar con eficacia sus competencias, pero el Gobierno central tampoco puede desentenderse de sus responsabilidades en esta materia.
